Los Cuatro Acuerdos de la Filosofía
Tolteca
*«No hay razón para sufrir. La única razón por la que sufres es porque así
tú lo exiges. Si observas tu vida encontrarás muchas excusas para sufrir,
pero ninguna razón válida. Lo mismo es aplicable a la felicidad. La única
razón por la que eres feliz es porque tú decides ser feliz. La felicidad es
una elección, como también lo es el sufrimiento».*
Así comienza el libro de los Cuatro Acuerdos de la Sabiduría Tolteca, un
luminoso tratado destinado a poner fin a la Ilusión y al Caos creado por la
mente.
Como siempre con pasa con la Grandes Verdades lo único nuevo somos nosotros.
Cambiamos los enfoques, las maneras de plantearlas, las justificamos con los
últimos conocimientos científicos solo para darnos cuenta de que cientos,
cuando no miles de años atrás ya habían sido formuladas.
Cuando el Buda Gautama expresaba que todo es unidad y que nuestros actos
afectan siempre al Karma no solo de la humanidad sino de la Creación toda,
tal vez no suponía que iba a tener que esperar casi 2500 años para que la
teoría del campo unificado le permitiese quedarse tranquilo con su verdad…
Supongo que debe haber sido una espera dura en la ansiedad de haberle errado
al Nirvana; un colectivo equivocado y la reputación de casi tres milenios al
tacho!!
Esto es exactamente lo que sucede con la teoría tolteca sobre el Mitote. Los
toltecas sostuvieron, mucho antes de que nosotros los autorizáramos con
nuestros “descubrimientos” en neurofisiología y física cuántica, que vivimos
dentro de un sueño. Una fantasía elaborada a través de la incesante
actividad de nuestras mentes y que entrelazada con otras fantasía del
conjunto toman estatus de “verdades”.
De hecho esta misma “teoría” puede ser rastrada casi en el total de las
tradiciones Espirituales de los pueblos antiguos alrededor del mundo (La
Maya Hindú por ejemplo).
Bien, dentro de este sueño o Mitote deberíamos ser libres de crear cualquier
realidad que, literalmente, se nos ocurriera; sin embargo sostiene que
nuestra capacidad creadora no ha sido debidamente fomentada, de hecho ha
sido deliberadamente corrompida, en el nombre de lo que se denomina el bien
común que no es más que la normativa para controlar el orden social.
Herramientas involuntarias y bien intencionadas de esta “Castración
Creativa” ha sido nuestros padres en primer lugar, todo los adultos con
autoridad física o moral sobre nosotros y después los condicionamientos
sociales en general: El “qué Dirán” el “que no se note” y todos los que
seguro te están viniendo a la mente. A estos condicionantes los Denominaban
Acuerdos, puesto que se instalaban con la Voluntad (no siempre consciente ni
informada) del individuo.
Y acá llegamos a otro punto interesante:
Ningún acuerdo puede ser instalado “por la fuerza” en el otro sino con su
consentimiento.
Por supuesto está de más decir que la capacidad de oponernos a los acuerdos
es directamente proporcional a nuestro grado de madurez y a nuestro grado de
consciencia de Auto-responsabilidad, así también como la capacidad de
modificar y eliminar acuerdos autolimitantes o de establecer nuevos
acuerdos.
Es sobre esta base que los toltecas construyen la Teoría de los Cuatro
Acuerdos en orden de establecer un método simple (no fácil, simple) y
accesible a cualquiera que tome la decisión de reprogramar sus acuerdos
internos.
Hago la aclaración de que no son fáciles porque estamos viviendo en una
época de soluciones “Quick” que nos está llevando a la peligrosa tentación
de una espiritualidad con iguales características.
Depende de los años que tengas ya oíste el
“piense y hágase rico”
“cómo cambiar tu vida en una semana”
“cómo bajar de peso en 3 días”
“cómo conquistarla/lo con solo dos gestos” (…espacio libre para la
imaginación…)
Las cosas pueden ser Extremadamente simples, de hecho lo son en la gran
mayoría de los casos porque la dinámica cósmica no incluye el concepto de la
complicación. Sin embargo para sintonizarnos con dicha dinámica debemos
tener un gobierno exquisito sobre cada parte de nuestro ser, tanto sensible
como mental y energético.
Hoy en día todos somos conscientes de que somos lo que pensamos y que todo
lo que percibimos lo percibimos en realidad en el espejo de la memoria, sale
hasta en las revistas de entretenimiento haciéndonos sentir como unos
inútiles porque nosotros ya hemos imaginado la casa en la Riviera Francesa
con gaviotas y todo y hemos vuelto a despertar en la casita de Larguirucho.
Sin embargo lo que no nos han dicho no es mentira aunque tal vez no sea toda
la verdad. Porque la Verdad no siempre vende.
Para que un pensamiento creativo genere un desplazamiento dimensional o más
aún, modifique la dimensión en la que nos hallamos, tiene que haber una
acuerdo ABSOLUTO entre nuestro cuerpo, nuestra mente tanto consciente como
inconsciente y nuestra energía espiritual, así como también la certeza
inviolable de que es un hecho consumado simplemente PORQUE NO PUEDE DEJAR DE
PASAR.
No sé vos… yo estoy en la etapa de seguir participando, aunque el juego es
hermoso y cada logro llena el alma de gozo.
Así que los toltecas establecieron acuerdos que no demandan ni más ni menos
que el mencionado esfuerzo pero que son de una aplicación tan simple que
vale la pena intentar, porque los resultados no se hacen esperar.
* *
*1º Acuerdo “SE IMPECABLE CON TUS PALABRAS”*
Comprendemos la palabra como la manifestación de nuestros pensamientos y a
nuestros pensamientos como la manifestación de nuestra realidad interna.
Nunca hablamos bien o mal del otro simplemente porque nuestra mente no
registra su existencia en su realidad, hablamos de lo que vemos de nosotros
en el otro porque eso sí está en nuestra realidad interna.
Nunca expresamos un deseo sino la certeza de la realidad de una carencia
puesto que en nuestra mente solo podemos desear lo no tenemos.
Las palabras son un puente entre la energía creadora y la manifestación. Son
el sortilegio que trae a la vida todo aquello que habita en nuestro
interior.
El Dr. Ruiz habla en el libro de la “Impecabilidad” de la palabra
remitiéndose al latín “pecatus” y definiendo así como un discurso sin
pecado. Sin embargo “pecatus” hace más bien referencia a errar la flecha el
blanco y desde allí la aspiración es a un discurso pensado cuidadosamente;
teniendo en cuenta su objetivo final, es decir que no importa tanto lo que
decimos o porque lo decimos sino para qué lo decimos y allí radica la
impecabilidad.
Eso sí el Dr Ruiz hace referencia a una definición de pecado maravillosa:
“Un pecado es cualquier cosa que haces y que va contra ti. Todo lo que
sientas, creas o digas que vaya contra ti es pecado… Ser impecable es no ir
contra ti mismo. Cuando eres impecable asumes la responsabilidad de tus
actos pero sin juzgarte ni culparte.”
* *
*2º Acuerdo “NO TE TOMES NADA PERSONALMENTE”*
Aaahh el ego!! Esa pequeña porción casi invisible de nuestro Ser
Magnificente que ocupa todo un espejo.
Todos los acuerdos se desprenden del primero, así tomarnos las cosas
personalmente es no ser impecables con nuestras palabras hacia nosotros
mismos.
Siempre asumimos que todo empieza y termina en nosotros cosa que solo es
aplicable dentro del espacio de nuestra propia realidad. El otro no puede
juzgarnos ni para bien ni para mal. No nos conoce lo suficiente, de hecho,
ni nosotros nos conocemos lo suficiente para poder juzgarnos y el único
capaz de decir sin lugar a dudas “Sé quién Eres” no ha tenido nunca la
intención de juzgarnos porque nos reconoce como una parte suya creada y
manifestada para ser perfecta.
El otro solo se juzga a sí mismo a través nuestro.
Cuando te dicen “la verdad es que sos una mala persona” está hablando de sí
misma, y ojo! Cuando te dice que sos lo más grande que hay también.
No tomarnos nada personalmente nos permite ubicarnos en un espacio de
equilibrio y de satisfacción con quiénes somos, y con lo que estamos
construyendo, que nos libera del miedo, la ansiedad, la necesidad de
sostener ideas ajenas y de compensar nuestros hipotéticos errores frente a
todo el que nos lo exija.
Que tu sed de perfección nazca de la necesidad de manifestar el Dios que sos
y no de conformar al otro.
Un amigo mío solía decir “me molesta que hables de vos cuando estás hablando
de mí”
* *
*3º Acuerdo “NO HAGAS SUPOSICIONES”*
Suponemos para compensar el miedo a lo desconocido, la ansiedad de no ser
correspondidos en nuestros afectos, nuestras ideas o nuestras normativas.
Suponemos como un acto de supervivencia que se nos tornó vicioso y que
seguimos utilizando porque es más simple que vencer nuestras barreras y
preguntar por miedo a la respuesta.
Sin embargo este mecanismo no hace más que producirnos angustia porque
vivimos imaginado escenarios posibles sin saber nunca si son reales y esto
por no mencionar el desgaste que produce en relación con el otro.
El “gran finale” de nuestra adicción a las suposiciones es cuando comenzamos
a hacerlas incluso sobre nosotros mismos.
Consideramos el conocernos o el explorarnos como un acto gratuito puesto que
ya sabemos todo lo que tenemos que saber de nosotros, y en realidad tenemos
los ficheros llenos de suposiciones generadas para satisfacer la necesidad
de respuestas de la mente. Así el mitote crece en nuestro interior
llenándonos de caos y ruido e impidiéndonos conectarnos con nuestra esencia
divina.
*4º Acuerdo “HAZ SIEMPRE TU MÁXIMO ESFUERZO”*
Si al apoyar la cabeza en la almohada te asalta la intranquilidad de saber
que no viviste según los cuatro acuerdos, ni los tres o ni siquiera uno,
tenés dos caminos: o juzgarte y continuar el camino del mal acuerdo o
preguntarse si eso fue lo máximo que podías hacer el día de hoy.
No todos los día son iguales, las exigencias, nuestro ánimo, los desafíos de
la dualidad hacen difícil discriminar la realidad de la ilusión. Comprender
esto, comprenderte como un Ser en camino de perfección y no perfecto; saber
que has dado cada minuto lo mejor de vos sin importar lo que esto signifique
de un minuto al otro, es el mejor camino para sostener los acuerdos y
alcanzar lo que los toltecas llaman “El Cielo en la Tierra”
Además tu mejor esfuerzo es lo único que podés dar con total
responsabilidad, actitud de gozo y entrega; y eso es exactamente lo que se
requiere para alcanzar la Maestría.
*QUE ESTE AÑO QUE COMIENZA PODAMOS REDEFINIR NUESTROS ACUERDOS Y ALCANZAR EL
CIELO EN LA TIERRA*
ASI SEA, ASI ES, ASI SERÁ
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