Enseñanzas del Maestro Xü Yun
Recuerdos del Gran Maestro Ch´an recopilados por el
Maestro CHI DIN, abad del Templo Hsü Yun, Honolulu, Hawai
Cada ser humano posee dos naturalezas del sí mismo o ego: una aparente y la otra real.
La aparente es nuestro pequeño yo o ego que es siempre diferente de todos los otros “yoes” o “egos”. El verdadero ego es nuestra naturaleza de Buda (el gran yo de Buda) que es siempre el mismo.
Nuestro pequeño yo existe en el mundo aparente, el mundo del Samsara. Nuestro Gran Yo de Buda existe en el mundo real o en el mundo del Nirvana.
Ambos mundos están situados en el mismo lugar.
En el Sutra del corazón leemos: “La forma no es diferente del vacío y el vacío no es diferente de la forma”.
Muchos preguntan: “¿Como puede el Samsara ser igual al Nirvana?” “¿Cómo puede lo verdadero o real ser igual a lo falso?” “¿Cómo puedo ser yo igual al Buda?”
La respuesta reside en la forma en que percibimos la realidad. Si la recibimos directamente, la veremos en su pureza NIRVANICA. Si la percibimos indirectamente a través de nuestros prejuicios del ego, la veremos distorsionada como el SAMSARA.
Samsara es el mundo donde nuestro pequeño “yo” piensa que lo que ve y conoce con sus sentidos es lo real.
Generalmente cometemos errores. Podemos confundir una cuerda con una serpiente y asustarnos mucho. Nuestro medio será genuino, pero la razón por la cual nos asustamos no lo es.
En el samsara el pequeño “yo” siempre atribuye juicios estéticos o morales sobre la realidad percibida. “Me gusta, no me gusta”; “feo, lindo”; “Bueno o Malo”.
La realidad también es mal interpretada porque ella está siempre cambiando, así como el observador.
Nuestro pequeño “yo” nos provee el sentido de una identidad continua que nos hace pensar que “hoy somos los mismos que ayer”, que nos da el sentido de pertenencia o conexión con los otros. (Mi casa, mi familia, mis maestros, etc.)
El pequeño yo nos da la naturaleza humana.
A medida que pasa el tiempo comprendemos que estamos interrelacionados con todos y pasamos a preferir la simplicidad del mundo interior en lugar de la complejidad del mundo exterior.
En lugar de querer ganar poder y gloria para nuestro pequeño ego, volvemos nuestra conciencia hacia adentro para glorificar la naturaleza de Buda.
El propósito de la práctica es clarificar nuestra visión para poder identificar nuestras verdaderas identidades. Podemos trascender la naturaleza humana y percibir nuestra naturaleza de Buda.
Entrenamiento Ch´an:
1. Comprender y aceptar la ley de Causa y Efecto (Mal conduce al mal; bien conduce al bien)
2. Aceptar las reglas de disciplina.
3. Confianza firme en la existencia de una naturaleza de Buda.
En la escuela Ch´an se destacaron dos famosos Maestros llamados Montaña Fría (Hang-Shan) del siglo IX y el otro llamado Montaña Tonta del siglo XVI.
El primer maestro es considerado el mayor poeta Ch´an y el segundo es el que le sigue en importancia.
El maestro Montaña Fría observaba y reflexionaba sobre el mundo natural, comparando su belleza con su propia belleza interior, Esta es la forma en que se comportan los monjes eremitas, transformando la soledad en un estado positivo.
El Maestro Montaña Tonta trascendió su propia naturaleza, ayudando a los otros.
Se esforzó por ayudar a las personas comunes a llegar a la Iluminación. Esto es más difícil que sobrevivir al frío y al hambre.
Montaña fría dijo:
En la cima del pico de la montaña,
Observamos la inmensidad de las diez direcciones!
A media noche, la luna solitaria nos observa
Desde su morada.
Admiro su reflejo en el estanque congelado.
Estremecido, le canto a la luna.
Ningún Ch´an en el verso, pleno de melodía.
Montaña Tonta, trató de hacer más comprensible aquello que no puede decirse con palabras.
“Coloca un pez en la tierra y el recordará el océano hasta que muera. Coloca un pájaro en la jaula y no olvidará su libertad en el espacio”.
Cada uno desea su verdadero hogar, el lugar donde su naturaleza ha decretado que debe estar.
El hombre nace en un estado de inocencia. Su naturaleza original es el amor, la gracia y la pureza. Pero él emigra sin ni siquiera pensar en su antiguo hogar.
“¿No es esto más triste que lo que le sucede a los peces y a los pájaros?”
A todos nos gustaría reflejar la luna de la Iluminación.
Todos quisiéramos volver a la casa de la Inocencia.
Como lograr esto? Siguiendo el Dharma.
El Buda vio esta ignorancia de la vida de un ser no iluminado como una enfermedad. Sus Cuatro Nobles verdades tienen una connotación médica.
1. La vida en el Samsara es amarga y dolorosa.
2. El apego es la causa de esta amargura y dolor.
3. Hay una cura para esta enfermedad.
4. La cura es seguir el Noble Óctuplo Sendero.
Samsara es el mundo visto a través del ego. Es un mundo complicado y enfermo debido a los incesantes apegos de los diferentes egos.
Tratar de satisfacer las demandas del ego es como tratar de imaginar la cifra más elevada. Aunque imaginemos una cifra inmensa, siempre podremos agregar una cifra y hacerla mayor. No hay forma de alcanzar la última. Esto en la vida cotidiana es igual a decir que una persona cuanto más dinero tiene más necesita, cuanto más confortable es su hogar, más desea conseguir uno mejor y cuanto más admirada es, más necesita de aplausos. ¿No es cierto?
Por eso debemos entender que los problemas que el ego crea no pueden ser resueltos en el mundo del samsara, con constantes cambios ilusorios. ¿Por qué?
Porque el ego es en sí mismo siempre cambiante, siempre actúa y reacciona respondiendo a las condiciones fluctuantes de la vida, condiciones que casi nunca puede comprender.
Es como tratar de jugar futbol en un campo que cambia siempre de tamaño, que en lugar de una pelota hay veinte y que los jugadores entran y salen del campo o duermen sobre el césped. Nadie está realmente seguro del juego que está jugando y todos juegan con diferentes reglas.
Cualquiera que sea jugador y juez al mismo tiempo jamás sentirá placer en tal juego. Su vida en el campo será un continuo ejercicio en el miedo, confusión, frustración y cansancio.
El Noble Octuplo Sendero guía, delimita y establece reglas claras. Cualquiera puede seguirlo.
1. Correcta Comprensión:
Requiere estudio y consulta con un Maestro.
El estudio no siempre es consultar libros, pero sí es consultar a un Maestro.
2. Correcto pensamiento:
Estar conciente y atento a nuestras motivaciones. Una investigación cuidadosa aclarará la situación. Debemos usar el sentido común como la usamos para aconsejar a un amigo. No dejar que nuestro ego se envuelva emocionalmente.
3. Correcto Lenguaje:
No mentir, insultar, acusar.
Pronunciar palabras de perdón, de comprensión, de admiración por el logro de los otros.
No subestimar el poder de las palabras.
4. Correcta Acción:
(Cinco preceptos; no robar, no matar, no mentir, no cometer adulterio, no ingerir intoxicantes: alcohol; drogas, etc.)
No es suficiente no ser violento, debemos promover la armonía, el bienestar y la buena salud.
Debemos ser honestos, no sólo en la convivencia sino en los negocios también. Evitar tener fama de mentirosos o estafadores, para no despertar dudas y malentendidos. Una deuda no paga, es una forma de robo. Pedir prestado algo y no devolverlo es robar. Usar la propiedad de alguien y no compensarlo por los daños es robar.
Con respecto a la sexualidad, el no controlar el excesivo deseo sexual, puede ser la causa de quebrantar los otros preceptos. Por causa de este deseo, la persona podría robar, mentir, beber alcohol, y hasta matar.
Así como condenamos la inmoralidad, debemos elogiar a las personas virtuosas, la castidad en la vida de soltero o la fidelidad en el matrimonio.
Frecuentemente encontramos personas que protegen sus hijas, mientras no respetan las hijas de otros; protegen su propia esposa, mientras seducen esposas de otros.
Las tentaciones son infinitas en variedad, pero si se gasta la misma energía que se gasta en conquistar lo ajeno para vencer la propia lujuria, se hará un verdadero progreso espiritual.
Con respecto a las bebidas o drogas, un consumidor ocasional es una puerta abierta a la entrada de cualquier mal. La puerta de la sobriedad está cerrada o no.
La completa abstención en la bebida y en el consumo de intoxicantes es la mejor forma de observar y guardar este precepto.
El bebedor ocasional puede permanecer sobrio mientras no encuentre problemas, pero cuando encuentre situaciones de stress, fácilmente sucumbirá al alcohol para escapar de ellas. Una vez capturado comprobará, que un trago es demasiado y 100 tragos no son suficientes.
5. Correctos Medios de Vida:
Aquellos oficios o empleos que no dañan ni perturban ningún ser viviente.
6. Correcto esfuerzo:
Esfuerzo en descartar malos hábitos y adquirir hábitos correctos.
Siempre, en todas nuestras actividades debemos tener como objetivo la iluminación y la autoconciencia.
Si existen compañías que puedan inducirnos al error, debemos evitarlas. Si las actividades que desarrollamos nos quitan tiempo para meditar, debemos cortarlas.
Solo se obtiene la tranquilidad del Ch´an con esfuerzo continuo.
7. Correcta concentración:
Además de mantener nuestras mentes focalizadas en el método elegido, estar siempre atentos a las causas y efectos de todas nuestras acciones.
No debemos nunca permitir que un día pase sin reflexiones sobre nuestra conducta.
Hemos sido de ayuda para otros?
Hemos actuado de alguna forma contraria al Dharma?
Hemos sido mezquinos, orgullosos, codiciosos, etc. en nuestro trato?
Hemos tenido pensamientos, palabras o acciones lascivas?
No es fácil reconocer las propias faltas.
8. Correcta Atención-Meditación:
Los innumerables pensamientos que surgen y desaparecen en la corriente de la conciencia son transitorios, viajeros que van y vienen y que no deben ser detenidos para examinarlos. Nuestra naturaleza de Buda es la que hospeda a estos viajeros permitiéndoles pasar sin obstáculos. Un buen anfitrión no detiene a sus huéspedes con charlas superficiales cuando están listos para partir.
Entonces, así como el anfitrión no parte con sus huéspedes, no debemos seguir nuestros pensamientos. Debemos dejarlos pasar simplemente.
El estado “sin pensamientos” es un estado avanzado que aparece después de varios estados mentales que los preceden.
La mejor forma de prevenir el surgimiento de pensamientos es meditando en los sonidos.
Sentados calmadamente dejamos pasar cualquier sonido escuchado (como se dice comúnmente: “que pase de un oído al otro”). No debemos dejar a nuestro ego envolverse con el sonido. Solamente registrarlo sin pensar en él, ni juzgarlo.
En nuestra vida cotidiana podemos practicar este método sin necesidad de limitarlo al período de práctica en la Sala de Meditación.
Meditación sobre un objeto específico:
Después de haber regulado nuestra respiración podemos tratar de reconstruir un objeto en nuestra mente.
Por ej.: Una rosa.
Imaginar su tallo, su largo, grosor, color, espinas, etc. Esta reconstrucción no debe ser acompañada por recuerdos relacionados a rosas. Solamente sostener la imagen en el pensamiento.
--o--
Comentarios:
En la práctica de cada día debemos comportarnos como si fuera el último día de nuestra vida, sin perder tiempo con asuntos frívolos o guardando sentimientos de rencor.
Cuando se cultiva la disciplina del Dharma de Buda, se debe continuar cuidando “el jardín” mientras se espera que madure el fruto sagrado.
Esta espera no debe ser pasiva, pero tampoco se debe estar a la expectativa del tiempo de cosecha.
La Iluminación llega en el momento oportuno, y en ese momento, el meditador sentirá repentinamente Su Naturaleza Verdadera.
También comprenderá que su ego es ficticio y dañino. Ahora con la confusión eliminada, será imperturbable. Desarrollará simplicidad en su mente y absoluta tranquilidad.
Cuando alcance este nivel debe preservar su Ojo de Sabiduría Diamantina. Este estado perfecto sin Ego es imposible de describir; (¿se puede discutir la iluminación con el no-iluminado?) NO, será una pérdida de tiempo.
Sólo se puede comentar con otra persona del mismo nivel.
Después de La Iluminación; ¿que sucede?
Entramos en el nivel de Kuan Yin pero después gradualmente volvemos a ser casi como antes, otro rostro en la multitud.
Cómo podremos saber que el Rostro de esta persona es su Rostro Original? Nadie lo descubrirá solamente con observarlo.
El paso final será entrar en el vacío, alcanzar la no-mente.
Entrar y expandirse en las diez direcciones, en el infinito.
Es como si saltase al espacio vacío; habrá descubierto lo que es el no-ego y vivirá de acuerdo con ello; alcanzará espontaneidad y será uno con la realidad.
FIN
viernes, 12 de marzo de 2010
jueves, 11 de marzo de 2010
El Renacimiento
EL RENACIMIENTO
Extraído del libro “La force du Buddhisme” diálogos entre Su Santidad El Dalai Lama y
Jean Claude Carriere.
JCC: Que representa par Ud. la reencarnación? Es una alegoría o un hecho?
El Dalai Lama hace una pausa antes de responderme.
DL: Los Budistas dicen que el renacimiento es una realidad. Es un hecho. El ciclo común de renacimientos, el Samsara, es la condición común de todas las vidas. Ninguna existencia se escapa de esto con excepción de aquellos que realicen el Nirvana.
Esta condición es dolorosa porque ella nos obliga a renacer incesantemente, en niveles que pueden ser peores que aquellos que hemos conocido.
Si el renacimiento es una ley natural común a todos, la reencarnación es una elección. Es el poder dado a ciertos individuos virtuosos de controlar su futuro nacimiento.
JCC: Como en el caso de un Buddha?
DL: Exactamente y para varios otros también. Los que logran en cierto grado de calidad espiritual que llamaremos la conciencia sutil, esta no puede morir y ellos tendrán el poder de reencarnar en otro cuerpo. Me refiero particularmente a los Bodhisattvas que prefieren renunciar al Nirvana para permanecer en el Samsara continuando su ayuda.
Existen seis posibilidades de condiciones de renacimiento después de la muerte de un individuo. Las llamaremos los caminos de la transmigración: Dioses, Hombres, Asuras, Animales, Fantasmas Hambrientos y seres infernales.
De estas seis condiciones la más difícil es la condición humana.
(En su libro “la meditación sobre lo cotidiano” el Dalai Lama responde esta pregunta: Que es lo que renace? Su respuesta es que lo que renace es el “yo”. Su interlocutor le responde: “Si yo renazco no se que soy yo. Ya no recuerdo más el que yo era. Quien soy yo? En su respuesta el DL dice: “Aun mismo en esta vida podemos recordar algunas experiencias y otras no. Nada nos permite asegurar que podamos recordar un día de donde provenimos, recordar nuestras acciones, nuestras emociones, los objetos que nos han rodeado, el hecho de no recordar nada no permite, de forma alguna concluir que “Este no soy yo”, que ahora yo soy un ser nuevo único en la historia del mundo.
–Por que la mayoría de las personas no recuerdan nada?
-Porque en el momento de la muerte el nivel de conciencia, el estado intermediario donde ella se encuentra entre una vida y la otra es muy sutil.
Es en este nivel sutil que se tejen los recuerdos de la otra vida precedente. Pero por falta de práctica, de entrenamiento, de concentración, la gran mayoría e los individuos permanecen al nivel del espíritu conciente, que llamamos grueso o tosco. Esta conciencia sutil existe independientemente del cuerpo y del cerebro, ella esta ligada a la aparición de la conciencia en un ser humano y esta siempre presente, subsiste aun cuando los otros niveles de conciencia aun no existen.
- Podríamos decir que es indestructible?
- de alguna forma. Por esta razón sucede la reencarnación, la conciencia sutil de un Buddha antes de su nacimiento ya ha eliminado todos los obstáculos de la visión perfecta. Podríamos hablar de los tres cuerpos. Este estado sutil de la conciencia (JnanadharmaKaya) dotado de un conocimiento total y primera causa de todas las cosas, es de alguna forma envuelto por cuerpo igualmente sutil, que nosotros no lo podemos percibir en nuestro estado actual de conciencia. El nombre de este cuerpo sutil que existe en tanto permanezca hasta el fin del Samsara es llamado sambhogakaya (Cuerpo de retribución felicidad o beatitud).
Es de este cuerpo que proviene el cuerpo de manifestación (Nirmanakaya), que como su nombre lo indica se manifiesta en diferentes seres y formas. Sin la existencia de un cuerpo sutil, si la conciencia sutil entra en el Nirvana no se manifestara más. Por esta razón, el Bodhisattva se manifiesta toma una forma concreta, humana para ser un intermediario. La conciencia sutil que se reencarna no posee ninguna entidad independiente ni estable. Nuestra conciencia esta en permanente concentración la muerte es un cambio de vestimentas viejas y usadas. Para morir bien debemos vivir bien. La experiencia de la muerte es muy importante pues el estado de nuestra mente en ese momento puede decidir la calidad de nuestro futuro renacimiento.
La reencarnación como elección esta ligada profundamente a un cierto nivel de conciencia, si se logra ese nivel se podrá elegir el próximo destino este es un paso a la liberación. En los otros casos el renacimiento es solo un retorne al Samsara.
_La reencarnación solo se puede producir en este mundo?
- También se pueden producir en otros mundos o galaxias. Los seres evolucionados pueden renacer libremente en cualquier dimensión, estos seres ya se han liberado de todas las impurezas que lo obstaculizan.
Nuestra capacidad original es la misma para todos, algunos la desarrollan y otros no. Estamos muy acostumbrados a la pereza espiritual disfrazada de una falsa actividad: Calculamos, hablamos por teléfono, no movemos de izquierda a derecha.
Pero estas actividades son solamente a un nivel muy elemental y tosco de la mente.
-Como se relaciona la conciencia con el cuerpo?
-Cuando hablamos de conciencia sutil, sabemos que no la podemos ver ni medir, y ella necesita de la forma material, aquella que viene de los padres y que responde a las leyes de la herencia.
La materia es comandada por los cromosomas y la genética. La conciencia o energía sutil e inmaterial se fija al cuerpo. La conciencia sutil, es considerada como un tipo de sabiduría. Es el maestro interior, el supremo gurú que está más allá del espacio y del tiempo. El renacimiento existe como un fenómeno físico. Según el Canon Budista, las partículas sutiles existen en el espacio desde tiempos sin comienzo.
Un universo particular puede existir y desaparecer, pero aunque transcurren ciclos inmensos de tiempo, el universo, como una unidad, estará siempre allí.
Creemos que existe una conciencia sutil que es la fuente de lo que llamamos la creación. En algunos individuos esta conciencia sutil proviene del comienzo de los tiempos y se extiende hasta la Budeidad. Esto es lo que llamamos “un ser”. Este ser puede tomar formas diferentes, pueden ser seres animales, seres humanos y eventualmente Buddhas.
Este es el concepto básico de la reencarnación.
La conciencia sutil en la larga secuencia de los siglos, de forma en forma, debe buscar la Budeidad.
Extraído del libro “La force du Buddhisme” diálogos entre Su Santidad El Dalai Lama y
Jean Claude Carriere.
JCC: Que representa par Ud. la reencarnación? Es una alegoría o un hecho?
El Dalai Lama hace una pausa antes de responderme.
DL: Los Budistas dicen que el renacimiento es una realidad. Es un hecho. El ciclo común de renacimientos, el Samsara, es la condición común de todas las vidas. Ninguna existencia se escapa de esto con excepción de aquellos que realicen el Nirvana.
Esta condición es dolorosa porque ella nos obliga a renacer incesantemente, en niveles que pueden ser peores que aquellos que hemos conocido.
Si el renacimiento es una ley natural común a todos, la reencarnación es una elección. Es el poder dado a ciertos individuos virtuosos de controlar su futuro nacimiento.
JCC: Como en el caso de un Buddha?
DL: Exactamente y para varios otros también. Los que logran en cierto grado de calidad espiritual que llamaremos la conciencia sutil, esta no puede morir y ellos tendrán el poder de reencarnar en otro cuerpo. Me refiero particularmente a los Bodhisattvas que prefieren renunciar al Nirvana para permanecer en el Samsara continuando su ayuda.
Existen seis posibilidades de condiciones de renacimiento después de la muerte de un individuo. Las llamaremos los caminos de la transmigración: Dioses, Hombres, Asuras, Animales, Fantasmas Hambrientos y seres infernales.
De estas seis condiciones la más difícil es la condición humana.
(En su libro “la meditación sobre lo cotidiano” el Dalai Lama responde esta pregunta: Que es lo que renace? Su respuesta es que lo que renace es el “yo”. Su interlocutor le responde: “Si yo renazco no se que soy yo. Ya no recuerdo más el que yo era. Quien soy yo? En su respuesta el DL dice: “Aun mismo en esta vida podemos recordar algunas experiencias y otras no. Nada nos permite asegurar que podamos recordar un día de donde provenimos, recordar nuestras acciones, nuestras emociones, los objetos que nos han rodeado, el hecho de no recordar nada no permite, de forma alguna concluir que “Este no soy yo”, que ahora yo soy un ser nuevo único en la historia del mundo.
–Por que la mayoría de las personas no recuerdan nada?
-Porque en el momento de la muerte el nivel de conciencia, el estado intermediario donde ella se encuentra entre una vida y la otra es muy sutil.
Es en este nivel sutil que se tejen los recuerdos de la otra vida precedente. Pero por falta de práctica, de entrenamiento, de concentración, la gran mayoría e los individuos permanecen al nivel del espíritu conciente, que llamamos grueso o tosco. Esta conciencia sutil existe independientemente del cuerpo y del cerebro, ella esta ligada a la aparición de la conciencia en un ser humano y esta siempre presente, subsiste aun cuando los otros niveles de conciencia aun no existen.
- Podríamos decir que es indestructible?
- de alguna forma. Por esta razón sucede la reencarnación, la conciencia sutil de un Buddha antes de su nacimiento ya ha eliminado todos los obstáculos de la visión perfecta. Podríamos hablar de los tres cuerpos. Este estado sutil de la conciencia (JnanadharmaKaya) dotado de un conocimiento total y primera causa de todas las cosas, es de alguna forma envuelto por cuerpo igualmente sutil, que nosotros no lo podemos percibir en nuestro estado actual de conciencia. El nombre de este cuerpo sutil que existe en tanto permanezca hasta el fin del Samsara es llamado sambhogakaya (Cuerpo de retribución felicidad o beatitud).
Es de este cuerpo que proviene el cuerpo de manifestación (Nirmanakaya), que como su nombre lo indica se manifiesta en diferentes seres y formas. Sin la existencia de un cuerpo sutil, si la conciencia sutil entra en el Nirvana no se manifestara más. Por esta razón, el Bodhisattva se manifiesta toma una forma concreta, humana para ser un intermediario. La conciencia sutil que se reencarna no posee ninguna entidad independiente ni estable. Nuestra conciencia esta en permanente concentración la muerte es un cambio de vestimentas viejas y usadas. Para morir bien debemos vivir bien. La experiencia de la muerte es muy importante pues el estado de nuestra mente en ese momento puede decidir la calidad de nuestro futuro renacimiento.
La reencarnación como elección esta ligada profundamente a un cierto nivel de conciencia, si se logra ese nivel se podrá elegir el próximo destino este es un paso a la liberación. En los otros casos el renacimiento es solo un retorne al Samsara.
_La reencarnación solo se puede producir en este mundo?
- También se pueden producir en otros mundos o galaxias. Los seres evolucionados pueden renacer libremente en cualquier dimensión, estos seres ya se han liberado de todas las impurezas que lo obstaculizan.
Nuestra capacidad original es la misma para todos, algunos la desarrollan y otros no. Estamos muy acostumbrados a la pereza espiritual disfrazada de una falsa actividad: Calculamos, hablamos por teléfono, no movemos de izquierda a derecha.
Pero estas actividades son solamente a un nivel muy elemental y tosco de la mente.
-Como se relaciona la conciencia con el cuerpo?
-Cuando hablamos de conciencia sutil, sabemos que no la podemos ver ni medir, y ella necesita de la forma material, aquella que viene de los padres y que responde a las leyes de la herencia.
La materia es comandada por los cromosomas y la genética. La conciencia o energía sutil e inmaterial se fija al cuerpo. La conciencia sutil, es considerada como un tipo de sabiduría. Es el maestro interior, el supremo gurú que está más allá del espacio y del tiempo. El renacimiento existe como un fenómeno físico. Según el Canon Budista, las partículas sutiles existen en el espacio desde tiempos sin comienzo.
Un universo particular puede existir y desaparecer, pero aunque transcurren ciclos inmensos de tiempo, el universo, como una unidad, estará siempre allí.
Creemos que existe una conciencia sutil que es la fuente de lo que llamamos la creación. En algunos individuos esta conciencia sutil proviene del comienzo de los tiempos y se extiende hasta la Budeidad. Esto es lo que llamamos “un ser”. Este ser puede tomar formas diferentes, pueden ser seres animales, seres humanos y eventualmente Buddhas.
Este es el concepto básico de la reencarnación.
La conciencia sutil en la larga secuencia de los siglos, de forma en forma, debe buscar la Budeidad.
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