Les recuerdo que el domingo 16 de Mayo a las 9:30 hs. realizaremos la Ceremonia del Baño del Buda y luego brindaremos un almuerzo vegano.
Les envío información sobre el significado de la Ceremonia. Amitofo!
El orígen de bañar al Buda
El 8 de abril hace 2554 años atrás, la reina Mahamaya de la ciudad de Kapilavastu de la India dió a luz desde su costado derecho el principe Siddharta Gautama en el parque Lumbini. Cuando nació el principe, apuntaba al cielo con su mano derecha y a la tierra con su mano izquierda y anunció con voz de león: ¡Soy el primero y el mejor en el cielo y en la tierra! Lo cual se refiere a que "Yo soy el despierto e iluminado del mundo y voy a liberar a todos los seres sensibles del sufrimiento del samsara."
El significado de bañar al Buda
A través de la ceremonia de bañar al Buda, podemos purificar las acciones negativas que realizamos mediante el cuerpo, la palabra y la mente. Mientras sacamos agua para bañar la imágen del príncipe Siddharta Gautama, debemos recitar sinceramente estos versos:
Ahora baño al Buda. Su pura sabiduría y virtud adornan a la asamblea. Hago el voto de que todos los seres sensibles del periodo de cinco kasaya de turbidez pueden obtener rápidamente el puro Cuerpo del Dharma del Buda.
Los méritos de bañar al Buda
Los beneficios de bañar al buda son:
Poder comprender la vacuidad de los fenómenos no compuestos.
Poder guardar la diligencia en la práctica.
Poder lograr la sabiduría suprema y perfecta.
Poder renacer como el Rey que gira la rueda.
Poder gozar la riqueza y honor en el reino de los seres humanos y el de los dioses celestiales.
Poder contar con gran número de generaciones de descendientes.
Poder gozar de una longevidad saludable.
Poder conseguir la protección de las deidades buenas.
Poder alcanzar la Iluminacion Suprema (Budeidad).
Leyendas acerca del nacimiento del Shakyamuni Buda
‧Leyenda I
Según la leyenda, el príncipe Siddharta Gautama nació aproximadamente hace 2554 años en la antigua ciudad de Kapilavastu de la India. En aquel entonces, innumerables rayos brillantes aparecieron en el cielo, se escuchaba música hermosa entre las nubes, brotaron miles de especies de flores y cantaron los pajaritos entre los árboles. A continuación, nueve dragones del Cielo echan aguas termales por su boca y los Cuatro Reyes Celestiales también llevaron ofrenda de aguas perfumadas y flores frescas para bañar al principito.
‧Leyenda II
El príncipe Siddharta Gautama nació del costado derecho de su madre, la reina Mahamaya. Al nacer el príncipe, dio siete pasos de las cuatro direcciones, en la tierra a cada paso que daba brotó una flor de loto. Luego anunció en voz alta: "Arriba y abajo, soy el primero y el mejor del mundo." El principito de aquel entonces es ahora el gran shakyamuni Buda.
lunes, 10 de mayo de 2010
viernes, 12 de marzo de 2010
ENSEÑANZAS DEL MAESTRO XÜ YUN
Enseñanzas del Maestro Xü Yun
Recuerdos del Gran Maestro Ch´an recopilados por el
Maestro CHI DIN, abad del Templo Hsü Yun, Honolulu, Hawai
Cada ser humano posee dos naturalezas del sí mismo o ego: una aparente y la otra real.
La aparente es nuestro pequeño yo o ego que es siempre diferente de todos los otros “yoes” o “egos”. El verdadero ego es nuestra naturaleza de Buda (el gran yo de Buda) que es siempre el mismo.
Nuestro pequeño yo existe en el mundo aparente, el mundo del Samsara. Nuestro Gran Yo de Buda existe en el mundo real o en el mundo del Nirvana.
Ambos mundos están situados en el mismo lugar.
En el Sutra del corazón leemos: “La forma no es diferente del vacío y el vacío no es diferente de la forma”.
Muchos preguntan: “¿Como puede el Samsara ser igual al Nirvana?” “¿Cómo puede lo verdadero o real ser igual a lo falso?” “¿Cómo puedo ser yo igual al Buda?”
La respuesta reside en la forma en que percibimos la realidad. Si la recibimos directamente, la veremos en su pureza NIRVANICA. Si la percibimos indirectamente a través de nuestros prejuicios del ego, la veremos distorsionada como el SAMSARA.
Samsara es el mundo donde nuestro pequeño “yo” piensa que lo que ve y conoce con sus sentidos es lo real.
Generalmente cometemos errores. Podemos confundir una cuerda con una serpiente y asustarnos mucho. Nuestro medio será genuino, pero la razón por la cual nos asustamos no lo es.
En el samsara el pequeño “yo” siempre atribuye juicios estéticos o morales sobre la realidad percibida. “Me gusta, no me gusta”; “feo, lindo”; “Bueno o Malo”.
La realidad también es mal interpretada porque ella está siempre cambiando, así como el observador.
Nuestro pequeño “yo” nos provee el sentido de una identidad continua que nos hace pensar que “hoy somos los mismos que ayer”, que nos da el sentido de pertenencia o conexión con los otros. (Mi casa, mi familia, mis maestros, etc.)
El pequeño yo nos da la naturaleza humana.
A medida que pasa el tiempo comprendemos que estamos interrelacionados con todos y pasamos a preferir la simplicidad del mundo interior en lugar de la complejidad del mundo exterior.
En lugar de querer ganar poder y gloria para nuestro pequeño ego, volvemos nuestra conciencia hacia adentro para glorificar la naturaleza de Buda.
El propósito de la práctica es clarificar nuestra visión para poder identificar nuestras verdaderas identidades. Podemos trascender la naturaleza humana y percibir nuestra naturaleza de Buda.
Entrenamiento Ch´an:
1. Comprender y aceptar la ley de Causa y Efecto (Mal conduce al mal; bien conduce al bien)
2. Aceptar las reglas de disciplina.
3. Confianza firme en la existencia de una naturaleza de Buda.
En la escuela Ch´an se destacaron dos famosos Maestros llamados Montaña Fría (Hang-Shan) del siglo IX y el otro llamado Montaña Tonta del siglo XVI.
El primer maestro es considerado el mayor poeta Ch´an y el segundo es el que le sigue en importancia.
El maestro Montaña Fría observaba y reflexionaba sobre el mundo natural, comparando su belleza con su propia belleza interior, Esta es la forma en que se comportan los monjes eremitas, transformando la soledad en un estado positivo.
El Maestro Montaña Tonta trascendió su propia naturaleza, ayudando a los otros.
Se esforzó por ayudar a las personas comunes a llegar a la Iluminación. Esto es más difícil que sobrevivir al frío y al hambre.
Montaña fría dijo:
En la cima del pico de la montaña,
Observamos la inmensidad de las diez direcciones!
A media noche, la luna solitaria nos observa
Desde su morada.
Admiro su reflejo en el estanque congelado.
Estremecido, le canto a la luna.
Ningún Ch´an en el verso, pleno de melodía.
Montaña Tonta, trató de hacer más comprensible aquello que no puede decirse con palabras.
“Coloca un pez en la tierra y el recordará el océano hasta que muera. Coloca un pájaro en la jaula y no olvidará su libertad en el espacio”.
Cada uno desea su verdadero hogar, el lugar donde su naturaleza ha decretado que debe estar.
El hombre nace en un estado de inocencia. Su naturaleza original es el amor, la gracia y la pureza. Pero él emigra sin ni siquiera pensar en su antiguo hogar.
“¿No es esto más triste que lo que le sucede a los peces y a los pájaros?”
A todos nos gustaría reflejar la luna de la Iluminación.
Todos quisiéramos volver a la casa de la Inocencia.
Como lograr esto? Siguiendo el Dharma.
El Buda vio esta ignorancia de la vida de un ser no iluminado como una enfermedad. Sus Cuatro Nobles verdades tienen una connotación médica.
1. La vida en el Samsara es amarga y dolorosa.
2. El apego es la causa de esta amargura y dolor.
3. Hay una cura para esta enfermedad.
4. La cura es seguir el Noble Óctuplo Sendero.
Samsara es el mundo visto a través del ego. Es un mundo complicado y enfermo debido a los incesantes apegos de los diferentes egos.
Tratar de satisfacer las demandas del ego es como tratar de imaginar la cifra más elevada. Aunque imaginemos una cifra inmensa, siempre podremos agregar una cifra y hacerla mayor. No hay forma de alcanzar la última. Esto en la vida cotidiana es igual a decir que una persona cuanto más dinero tiene más necesita, cuanto más confortable es su hogar, más desea conseguir uno mejor y cuanto más admirada es, más necesita de aplausos. ¿No es cierto?
Por eso debemos entender que los problemas que el ego crea no pueden ser resueltos en el mundo del samsara, con constantes cambios ilusorios. ¿Por qué?
Porque el ego es en sí mismo siempre cambiante, siempre actúa y reacciona respondiendo a las condiciones fluctuantes de la vida, condiciones que casi nunca puede comprender.
Es como tratar de jugar futbol en un campo que cambia siempre de tamaño, que en lugar de una pelota hay veinte y que los jugadores entran y salen del campo o duermen sobre el césped. Nadie está realmente seguro del juego que está jugando y todos juegan con diferentes reglas.
Cualquiera que sea jugador y juez al mismo tiempo jamás sentirá placer en tal juego. Su vida en el campo será un continuo ejercicio en el miedo, confusión, frustración y cansancio.
El Noble Octuplo Sendero guía, delimita y establece reglas claras. Cualquiera puede seguirlo.
1. Correcta Comprensión:
Requiere estudio y consulta con un Maestro.
El estudio no siempre es consultar libros, pero sí es consultar a un Maestro.
2. Correcto pensamiento:
Estar conciente y atento a nuestras motivaciones. Una investigación cuidadosa aclarará la situación. Debemos usar el sentido común como la usamos para aconsejar a un amigo. No dejar que nuestro ego se envuelva emocionalmente.
3. Correcto Lenguaje:
No mentir, insultar, acusar.
Pronunciar palabras de perdón, de comprensión, de admiración por el logro de los otros.
No subestimar el poder de las palabras.
4. Correcta Acción:
(Cinco preceptos; no robar, no matar, no mentir, no cometer adulterio, no ingerir intoxicantes: alcohol; drogas, etc.)
No es suficiente no ser violento, debemos promover la armonía, el bienestar y la buena salud.
Debemos ser honestos, no sólo en la convivencia sino en los negocios también. Evitar tener fama de mentirosos o estafadores, para no despertar dudas y malentendidos. Una deuda no paga, es una forma de robo. Pedir prestado algo y no devolverlo es robar. Usar la propiedad de alguien y no compensarlo por los daños es robar.
Con respecto a la sexualidad, el no controlar el excesivo deseo sexual, puede ser la causa de quebrantar los otros preceptos. Por causa de este deseo, la persona podría robar, mentir, beber alcohol, y hasta matar.
Así como condenamos la inmoralidad, debemos elogiar a las personas virtuosas, la castidad en la vida de soltero o la fidelidad en el matrimonio.
Frecuentemente encontramos personas que protegen sus hijas, mientras no respetan las hijas de otros; protegen su propia esposa, mientras seducen esposas de otros.
Las tentaciones son infinitas en variedad, pero si se gasta la misma energía que se gasta en conquistar lo ajeno para vencer la propia lujuria, se hará un verdadero progreso espiritual.
Con respecto a las bebidas o drogas, un consumidor ocasional es una puerta abierta a la entrada de cualquier mal. La puerta de la sobriedad está cerrada o no.
La completa abstención en la bebida y en el consumo de intoxicantes es la mejor forma de observar y guardar este precepto.
El bebedor ocasional puede permanecer sobrio mientras no encuentre problemas, pero cuando encuentre situaciones de stress, fácilmente sucumbirá al alcohol para escapar de ellas. Una vez capturado comprobará, que un trago es demasiado y 100 tragos no son suficientes.
5. Correctos Medios de Vida:
Aquellos oficios o empleos que no dañan ni perturban ningún ser viviente.
6. Correcto esfuerzo:
Esfuerzo en descartar malos hábitos y adquirir hábitos correctos.
Siempre, en todas nuestras actividades debemos tener como objetivo la iluminación y la autoconciencia.
Si existen compañías que puedan inducirnos al error, debemos evitarlas. Si las actividades que desarrollamos nos quitan tiempo para meditar, debemos cortarlas.
Solo se obtiene la tranquilidad del Ch´an con esfuerzo continuo.
7. Correcta concentración:
Además de mantener nuestras mentes focalizadas en el método elegido, estar siempre atentos a las causas y efectos de todas nuestras acciones.
No debemos nunca permitir que un día pase sin reflexiones sobre nuestra conducta.
Hemos sido de ayuda para otros?
Hemos actuado de alguna forma contraria al Dharma?
Hemos sido mezquinos, orgullosos, codiciosos, etc. en nuestro trato?
Hemos tenido pensamientos, palabras o acciones lascivas?
No es fácil reconocer las propias faltas.
8. Correcta Atención-Meditación:
Los innumerables pensamientos que surgen y desaparecen en la corriente de la conciencia son transitorios, viajeros que van y vienen y que no deben ser detenidos para examinarlos. Nuestra naturaleza de Buda es la que hospeda a estos viajeros permitiéndoles pasar sin obstáculos. Un buen anfitrión no detiene a sus huéspedes con charlas superficiales cuando están listos para partir.
Entonces, así como el anfitrión no parte con sus huéspedes, no debemos seguir nuestros pensamientos. Debemos dejarlos pasar simplemente.
El estado “sin pensamientos” es un estado avanzado que aparece después de varios estados mentales que los preceden.
La mejor forma de prevenir el surgimiento de pensamientos es meditando en los sonidos.
Sentados calmadamente dejamos pasar cualquier sonido escuchado (como se dice comúnmente: “que pase de un oído al otro”). No debemos dejar a nuestro ego envolverse con el sonido. Solamente registrarlo sin pensar en él, ni juzgarlo.
En nuestra vida cotidiana podemos practicar este método sin necesidad de limitarlo al período de práctica en la Sala de Meditación.
Meditación sobre un objeto específico:
Después de haber regulado nuestra respiración podemos tratar de reconstruir un objeto en nuestra mente.
Por ej.: Una rosa.
Imaginar su tallo, su largo, grosor, color, espinas, etc. Esta reconstrucción no debe ser acompañada por recuerdos relacionados a rosas. Solamente sostener la imagen en el pensamiento.
--o--
Comentarios:
En la práctica de cada día debemos comportarnos como si fuera el último día de nuestra vida, sin perder tiempo con asuntos frívolos o guardando sentimientos de rencor.
Cuando se cultiva la disciplina del Dharma de Buda, se debe continuar cuidando “el jardín” mientras se espera que madure el fruto sagrado.
Esta espera no debe ser pasiva, pero tampoco se debe estar a la expectativa del tiempo de cosecha.
La Iluminación llega en el momento oportuno, y en ese momento, el meditador sentirá repentinamente Su Naturaleza Verdadera.
También comprenderá que su ego es ficticio y dañino. Ahora con la confusión eliminada, será imperturbable. Desarrollará simplicidad en su mente y absoluta tranquilidad.
Cuando alcance este nivel debe preservar su Ojo de Sabiduría Diamantina. Este estado perfecto sin Ego es imposible de describir; (¿se puede discutir la iluminación con el no-iluminado?) NO, será una pérdida de tiempo.
Sólo se puede comentar con otra persona del mismo nivel.
Después de La Iluminación; ¿que sucede?
Entramos en el nivel de Kuan Yin pero después gradualmente volvemos a ser casi como antes, otro rostro en la multitud.
Cómo podremos saber que el Rostro de esta persona es su Rostro Original? Nadie lo descubrirá solamente con observarlo.
El paso final será entrar en el vacío, alcanzar la no-mente.
Entrar y expandirse en las diez direcciones, en el infinito.
Es como si saltase al espacio vacío; habrá descubierto lo que es el no-ego y vivirá de acuerdo con ello; alcanzará espontaneidad y será uno con la realidad.
FIN
Recuerdos del Gran Maestro Ch´an recopilados por el
Maestro CHI DIN, abad del Templo Hsü Yun, Honolulu, Hawai
Cada ser humano posee dos naturalezas del sí mismo o ego: una aparente y la otra real.
La aparente es nuestro pequeño yo o ego que es siempre diferente de todos los otros “yoes” o “egos”. El verdadero ego es nuestra naturaleza de Buda (el gran yo de Buda) que es siempre el mismo.
Nuestro pequeño yo existe en el mundo aparente, el mundo del Samsara. Nuestro Gran Yo de Buda existe en el mundo real o en el mundo del Nirvana.
Ambos mundos están situados en el mismo lugar.
En el Sutra del corazón leemos: “La forma no es diferente del vacío y el vacío no es diferente de la forma”.
Muchos preguntan: “¿Como puede el Samsara ser igual al Nirvana?” “¿Cómo puede lo verdadero o real ser igual a lo falso?” “¿Cómo puedo ser yo igual al Buda?”
La respuesta reside en la forma en que percibimos la realidad. Si la recibimos directamente, la veremos en su pureza NIRVANICA. Si la percibimos indirectamente a través de nuestros prejuicios del ego, la veremos distorsionada como el SAMSARA.
Samsara es el mundo donde nuestro pequeño “yo” piensa que lo que ve y conoce con sus sentidos es lo real.
Generalmente cometemos errores. Podemos confundir una cuerda con una serpiente y asustarnos mucho. Nuestro medio será genuino, pero la razón por la cual nos asustamos no lo es.
En el samsara el pequeño “yo” siempre atribuye juicios estéticos o morales sobre la realidad percibida. “Me gusta, no me gusta”; “feo, lindo”; “Bueno o Malo”.
La realidad también es mal interpretada porque ella está siempre cambiando, así como el observador.
Nuestro pequeño “yo” nos provee el sentido de una identidad continua que nos hace pensar que “hoy somos los mismos que ayer”, que nos da el sentido de pertenencia o conexión con los otros. (Mi casa, mi familia, mis maestros, etc.)
El pequeño yo nos da la naturaleza humana.
A medida que pasa el tiempo comprendemos que estamos interrelacionados con todos y pasamos a preferir la simplicidad del mundo interior en lugar de la complejidad del mundo exterior.
En lugar de querer ganar poder y gloria para nuestro pequeño ego, volvemos nuestra conciencia hacia adentro para glorificar la naturaleza de Buda.
El propósito de la práctica es clarificar nuestra visión para poder identificar nuestras verdaderas identidades. Podemos trascender la naturaleza humana y percibir nuestra naturaleza de Buda.
Entrenamiento Ch´an:
1. Comprender y aceptar la ley de Causa y Efecto (Mal conduce al mal; bien conduce al bien)
2. Aceptar las reglas de disciplina.
3. Confianza firme en la existencia de una naturaleza de Buda.
En la escuela Ch´an se destacaron dos famosos Maestros llamados Montaña Fría (Hang-Shan) del siglo IX y el otro llamado Montaña Tonta del siglo XVI.
El primer maestro es considerado el mayor poeta Ch´an y el segundo es el que le sigue en importancia.
El maestro Montaña Fría observaba y reflexionaba sobre el mundo natural, comparando su belleza con su propia belleza interior, Esta es la forma en que se comportan los monjes eremitas, transformando la soledad en un estado positivo.
El Maestro Montaña Tonta trascendió su propia naturaleza, ayudando a los otros.
Se esforzó por ayudar a las personas comunes a llegar a la Iluminación. Esto es más difícil que sobrevivir al frío y al hambre.
Montaña fría dijo:
En la cima del pico de la montaña,
Observamos la inmensidad de las diez direcciones!
A media noche, la luna solitaria nos observa
Desde su morada.
Admiro su reflejo en el estanque congelado.
Estremecido, le canto a la luna.
Ningún Ch´an en el verso, pleno de melodía.
Montaña Tonta, trató de hacer más comprensible aquello que no puede decirse con palabras.
“Coloca un pez en la tierra y el recordará el océano hasta que muera. Coloca un pájaro en la jaula y no olvidará su libertad en el espacio”.
Cada uno desea su verdadero hogar, el lugar donde su naturaleza ha decretado que debe estar.
El hombre nace en un estado de inocencia. Su naturaleza original es el amor, la gracia y la pureza. Pero él emigra sin ni siquiera pensar en su antiguo hogar.
“¿No es esto más triste que lo que le sucede a los peces y a los pájaros?”
A todos nos gustaría reflejar la luna de la Iluminación.
Todos quisiéramos volver a la casa de la Inocencia.
Como lograr esto? Siguiendo el Dharma.
El Buda vio esta ignorancia de la vida de un ser no iluminado como una enfermedad. Sus Cuatro Nobles verdades tienen una connotación médica.
1. La vida en el Samsara es amarga y dolorosa.
2. El apego es la causa de esta amargura y dolor.
3. Hay una cura para esta enfermedad.
4. La cura es seguir el Noble Óctuplo Sendero.
Samsara es el mundo visto a través del ego. Es un mundo complicado y enfermo debido a los incesantes apegos de los diferentes egos.
Tratar de satisfacer las demandas del ego es como tratar de imaginar la cifra más elevada. Aunque imaginemos una cifra inmensa, siempre podremos agregar una cifra y hacerla mayor. No hay forma de alcanzar la última. Esto en la vida cotidiana es igual a decir que una persona cuanto más dinero tiene más necesita, cuanto más confortable es su hogar, más desea conseguir uno mejor y cuanto más admirada es, más necesita de aplausos. ¿No es cierto?
Por eso debemos entender que los problemas que el ego crea no pueden ser resueltos en el mundo del samsara, con constantes cambios ilusorios. ¿Por qué?
Porque el ego es en sí mismo siempre cambiante, siempre actúa y reacciona respondiendo a las condiciones fluctuantes de la vida, condiciones que casi nunca puede comprender.
Es como tratar de jugar futbol en un campo que cambia siempre de tamaño, que en lugar de una pelota hay veinte y que los jugadores entran y salen del campo o duermen sobre el césped. Nadie está realmente seguro del juego que está jugando y todos juegan con diferentes reglas.
Cualquiera que sea jugador y juez al mismo tiempo jamás sentirá placer en tal juego. Su vida en el campo será un continuo ejercicio en el miedo, confusión, frustración y cansancio.
El Noble Octuplo Sendero guía, delimita y establece reglas claras. Cualquiera puede seguirlo.
1. Correcta Comprensión:
Requiere estudio y consulta con un Maestro.
El estudio no siempre es consultar libros, pero sí es consultar a un Maestro.
2. Correcto pensamiento:
Estar conciente y atento a nuestras motivaciones. Una investigación cuidadosa aclarará la situación. Debemos usar el sentido común como la usamos para aconsejar a un amigo. No dejar que nuestro ego se envuelva emocionalmente.
3. Correcto Lenguaje:
No mentir, insultar, acusar.
Pronunciar palabras de perdón, de comprensión, de admiración por el logro de los otros.
No subestimar el poder de las palabras.
4. Correcta Acción:
(Cinco preceptos; no robar, no matar, no mentir, no cometer adulterio, no ingerir intoxicantes: alcohol; drogas, etc.)
No es suficiente no ser violento, debemos promover la armonía, el bienestar y la buena salud.
Debemos ser honestos, no sólo en la convivencia sino en los negocios también. Evitar tener fama de mentirosos o estafadores, para no despertar dudas y malentendidos. Una deuda no paga, es una forma de robo. Pedir prestado algo y no devolverlo es robar. Usar la propiedad de alguien y no compensarlo por los daños es robar.
Con respecto a la sexualidad, el no controlar el excesivo deseo sexual, puede ser la causa de quebrantar los otros preceptos. Por causa de este deseo, la persona podría robar, mentir, beber alcohol, y hasta matar.
Así como condenamos la inmoralidad, debemos elogiar a las personas virtuosas, la castidad en la vida de soltero o la fidelidad en el matrimonio.
Frecuentemente encontramos personas que protegen sus hijas, mientras no respetan las hijas de otros; protegen su propia esposa, mientras seducen esposas de otros.
Las tentaciones son infinitas en variedad, pero si se gasta la misma energía que se gasta en conquistar lo ajeno para vencer la propia lujuria, se hará un verdadero progreso espiritual.
Con respecto a las bebidas o drogas, un consumidor ocasional es una puerta abierta a la entrada de cualquier mal. La puerta de la sobriedad está cerrada o no.
La completa abstención en la bebida y en el consumo de intoxicantes es la mejor forma de observar y guardar este precepto.
El bebedor ocasional puede permanecer sobrio mientras no encuentre problemas, pero cuando encuentre situaciones de stress, fácilmente sucumbirá al alcohol para escapar de ellas. Una vez capturado comprobará, que un trago es demasiado y 100 tragos no son suficientes.
5. Correctos Medios de Vida:
Aquellos oficios o empleos que no dañan ni perturban ningún ser viviente.
6. Correcto esfuerzo:
Esfuerzo en descartar malos hábitos y adquirir hábitos correctos.
Siempre, en todas nuestras actividades debemos tener como objetivo la iluminación y la autoconciencia.
Si existen compañías que puedan inducirnos al error, debemos evitarlas. Si las actividades que desarrollamos nos quitan tiempo para meditar, debemos cortarlas.
Solo se obtiene la tranquilidad del Ch´an con esfuerzo continuo.
7. Correcta concentración:
Además de mantener nuestras mentes focalizadas en el método elegido, estar siempre atentos a las causas y efectos de todas nuestras acciones.
No debemos nunca permitir que un día pase sin reflexiones sobre nuestra conducta.
Hemos sido de ayuda para otros?
Hemos actuado de alguna forma contraria al Dharma?
Hemos sido mezquinos, orgullosos, codiciosos, etc. en nuestro trato?
Hemos tenido pensamientos, palabras o acciones lascivas?
No es fácil reconocer las propias faltas.
8. Correcta Atención-Meditación:
Los innumerables pensamientos que surgen y desaparecen en la corriente de la conciencia son transitorios, viajeros que van y vienen y que no deben ser detenidos para examinarlos. Nuestra naturaleza de Buda es la que hospeda a estos viajeros permitiéndoles pasar sin obstáculos. Un buen anfitrión no detiene a sus huéspedes con charlas superficiales cuando están listos para partir.
Entonces, así como el anfitrión no parte con sus huéspedes, no debemos seguir nuestros pensamientos. Debemos dejarlos pasar simplemente.
El estado “sin pensamientos” es un estado avanzado que aparece después de varios estados mentales que los preceden.
La mejor forma de prevenir el surgimiento de pensamientos es meditando en los sonidos.
Sentados calmadamente dejamos pasar cualquier sonido escuchado (como se dice comúnmente: “que pase de un oído al otro”). No debemos dejar a nuestro ego envolverse con el sonido. Solamente registrarlo sin pensar en él, ni juzgarlo.
En nuestra vida cotidiana podemos practicar este método sin necesidad de limitarlo al período de práctica en la Sala de Meditación.
Meditación sobre un objeto específico:
Después de haber regulado nuestra respiración podemos tratar de reconstruir un objeto en nuestra mente.
Por ej.: Una rosa.
Imaginar su tallo, su largo, grosor, color, espinas, etc. Esta reconstrucción no debe ser acompañada por recuerdos relacionados a rosas. Solamente sostener la imagen en el pensamiento.
--o--
Comentarios:
En la práctica de cada día debemos comportarnos como si fuera el último día de nuestra vida, sin perder tiempo con asuntos frívolos o guardando sentimientos de rencor.
Cuando se cultiva la disciplina del Dharma de Buda, se debe continuar cuidando “el jardín” mientras se espera que madure el fruto sagrado.
Esta espera no debe ser pasiva, pero tampoco se debe estar a la expectativa del tiempo de cosecha.
La Iluminación llega en el momento oportuno, y en ese momento, el meditador sentirá repentinamente Su Naturaleza Verdadera.
También comprenderá que su ego es ficticio y dañino. Ahora con la confusión eliminada, será imperturbable. Desarrollará simplicidad en su mente y absoluta tranquilidad.
Cuando alcance este nivel debe preservar su Ojo de Sabiduría Diamantina. Este estado perfecto sin Ego es imposible de describir; (¿se puede discutir la iluminación con el no-iluminado?) NO, será una pérdida de tiempo.
Sólo se puede comentar con otra persona del mismo nivel.
Después de La Iluminación; ¿que sucede?
Entramos en el nivel de Kuan Yin pero después gradualmente volvemos a ser casi como antes, otro rostro en la multitud.
Cómo podremos saber que el Rostro de esta persona es su Rostro Original? Nadie lo descubrirá solamente con observarlo.
El paso final será entrar en el vacío, alcanzar la no-mente.
Entrar y expandirse en las diez direcciones, en el infinito.
Es como si saltase al espacio vacío; habrá descubierto lo que es el no-ego y vivirá de acuerdo con ello; alcanzará espontaneidad y será uno con la realidad.
FIN
jueves, 11 de marzo de 2010
El Renacimiento
EL RENACIMIENTO
Extraído del libro “La force du Buddhisme” diálogos entre Su Santidad El Dalai Lama y
Jean Claude Carriere.
JCC: Que representa par Ud. la reencarnación? Es una alegoría o un hecho?
El Dalai Lama hace una pausa antes de responderme.
DL: Los Budistas dicen que el renacimiento es una realidad. Es un hecho. El ciclo común de renacimientos, el Samsara, es la condición común de todas las vidas. Ninguna existencia se escapa de esto con excepción de aquellos que realicen el Nirvana.
Esta condición es dolorosa porque ella nos obliga a renacer incesantemente, en niveles que pueden ser peores que aquellos que hemos conocido.
Si el renacimiento es una ley natural común a todos, la reencarnación es una elección. Es el poder dado a ciertos individuos virtuosos de controlar su futuro nacimiento.
JCC: Como en el caso de un Buddha?
DL: Exactamente y para varios otros también. Los que logran en cierto grado de calidad espiritual que llamaremos la conciencia sutil, esta no puede morir y ellos tendrán el poder de reencarnar en otro cuerpo. Me refiero particularmente a los Bodhisattvas que prefieren renunciar al Nirvana para permanecer en el Samsara continuando su ayuda.
Existen seis posibilidades de condiciones de renacimiento después de la muerte de un individuo. Las llamaremos los caminos de la transmigración: Dioses, Hombres, Asuras, Animales, Fantasmas Hambrientos y seres infernales.
De estas seis condiciones la más difícil es la condición humana.
(En su libro “la meditación sobre lo cotidiano” el Dalai Lama responde esta pregunta: Que es lo que renace? Su respuesta es que lo que renace es el “yo”. Su interlocutor le responde: “Si yo renazco no se que soy yo. Ya no recuerdo más el que yo era. Quien soy yo? En su respuesta el DL dice: “Aun mismo en esta vida podemos recordar algunas experiencias y otras no. Nada nos permite asegurar que podamos recordar un día de donde provenimos, recordar nuestras acciones, nuestras emociones, los objetos que nos han rodeado, el hecho de no recordar nada no permite, de forma alguna concluir que “Este no soy yo”, que ahora yo soy un ser nuevo único en la historia del mundo.
–Por que la mayoría de las personas no recuerdan nada?
-Porque en el momento de la muerte el nivel de conciencia, el estado intermediario donde ella se encuentra entre una vida y la otra es muy sutil.
Es en este nivel sutil que se tejen los recuerdos de la otra vida precedente. Pero por falta de práctica, de entrenamiento, de concentración, la gran mayoría e los individuos permanecen al nivel del espíritu conciente, que llamamos grueso o tosco. Esta conciencia sutil existe independientemente del cuerpo y del cerebro, ella esta ligada a la aparición de la conciencia en un ser humano y esta siempre presente, subsiste aun cuando los otros niveles de conciencia aun no existen.
- Podríamos decir que es indestructible?
- de alguna forma. Por esta razón sucede la reencarnación, la conciencia sutil de un Buddha antes de su nacimiento ya ha eliminado todos los obstáculos de la visión perfecta. Podríamos hablar de los tres cuerpos. Este estado sutil de la conciencia (JnanadharmaKaya) dotado de un conocimiento total y primera causa de todas las cosas, es de alguna forma envuelto por cuerpo igualmente sutil, que nosotros no lo podemos percibir en nuestro estado actual de conciencia. El nombre de este cuerpo sutil que existe en tanto permanezca hasta el fin del Samsara es llamado sambhogakaya (Cuerpo de retribución felicidad o beatitud).
Es de este cuerpo que proviene el cuerpo de manifestación (Nirmanakaya), que como su nombre lo indica se manifiesta en diferentes seres y formas. Sin la existencia de un cuerpo sutil, si la conciencia sutil entra en el Nirvana no se manifestara más. Por esta razón, el Bodhisattva se manifiesta toma una forma concreta, humana para ser un intermediario. La conciencia sutil que se reencarna no posee ninguna entidad independiente ni estable. Nuestra conciencia esta en permanente concentración la muerte es un cambio de vestimentas viejas y usadas. Para morir bien debemos vivir bien. La experiencia de la muerte es muy importante pues el estado de nuestra mente en ese momento puede decidir la calidad de nuestro futuro renacimiento.
La reencarnación como elección esta ligada profundamente a un cierto nivel de conciencia, si se logra ese nivel se podrá elegir el próximo destino este es un paso a la liberación. En los otros casos el renacimiento es solo un retorne al Samsara.
_La reencarnación solo se puede producir en este mundo?
- También se pueden producir en otros mundos o galaxias. Los seres evolucionados pueden renacer libremente en cualquier dimensión, estos seres ya se han liberado de todas las impurezas que lo obstaculizan.
Nuestra capacidad original es la misma para todos, algunos la desarrollan y otros no. Estamos muy acostumbrados a la pereza espiritual disfrazada de una falsa actividad: Calculamos, hablamos por teléfono, no movemos de izquierda a derecha.
Pero estas actividades son solamente a un nivel muy elemental y tosco de la mente.
-Como se relaciona la conciencia con el cuerpo?
-Cuando hablamos de conciencia sutil, sabemos que no la podemos ver ni medir, y ella necesita de la forma material, aquella que viene de los padres y que responde a las leyes de la herencia.
La materia es comandada por los cromosomas y la genética. La conciencia o energía sutil e inmaterial se fija al cuerpo. La conciencia sutil, es considerada como un tipo de sabiduría. Es el maestro interior, el supremo gurú que está más allá del espacio y del tiempo. El renacimiento existe como un fenómeno físico. Según el Canon Budista, las partículas sutiles existen en el espacio desde tiempos sin comienzo.
Un universo particular puede existir y desaparecer, pero aunque transcurren ciclos inmensos de tiempo, el universo, como una unidad, estará siempre allí.
Creemos que existe una conciencia sutil que es la fuente de lo que llamamos la creación. En algunos individuos esta conciencia sutil proviene del comienzo de los tiempos y se extiende hasta la Budeidad. Esto es lo que llamamos “un ser”. Este ser puede tomar formas diferentes, pueden ser seres animales, seres humanos y eventualmente Buddhas.
Este es el concepto básico de la reencarnación.
La conciencia sutil en la larga secuencia de los siglos, de forma en forma, debe buscar la Budeidad.
Extraído del libro “La force du Buddhisme” diálogos entre Su Santidad El Dalai Lama y
Jean Claude Carriere.
JCC: Que representa par Ud. la reencarnación? Es una alegoría o un hecho?
El Dalai Lama hace una pausa antes de responderme.
DL: Los Budistas dicen que el renacimiento es una realidad. Es un hecho. El ciclo común de renacimientos, el Samsara, es la condición común de todas las vidas. Ninguna existencia se escapa de esto con excepción de aquellos que realicen el Nirvana.
Esta condición es dolorosa porque ella nos obliga a renacer incesantemente, en niveles que pueden ser peores que aquellos que hemos conocido.
Si el renacimiento es una ley natural común a todos, la reencarnación es una elección. Es el poder dado a ciertos individuos virtuosos de controlar su futuro nacimiento.
JCC: Como en el caso de un Buddha?
DL: Exactamente y para varios otros también. Los que logran en cierto grado de calidad espiritual que llamaremos la conciencia sutil, esta no puede morir y ellos tendrán el poder de reencarnar en otro cuerpo. Me refiero particularmente a los Bodhisattvas que prefieren renunciar al Nirvana para permanecer en el Samsara continuando su ayuda.
Existen seis posibilidades de condiciones de renacimiento después de la muerte de un individuo. Las llamaremos los caminos de la transmigración: Dioses, Hombres, Asuras, Animales, Fantasmas Hambrientos y seres infernales.
De estas seis condiciones la más difícil es la condición humana.
(En su libro “la meditación sobre lo cotidiano” el Dalai Lama responde esta pregunta: Que es lo que renace? Su respuesta es que lo que renace es el “yo”. Su interlocutor le responde: “Si yo renazco no se que soy yo. Ya no recuerdo más el que yo era. Quien soy yo? En su respuesta el DL dice: “Aun mismo en esta vida podemos recordar algunas experiencias y otras no. Nada nos permite asegurar que podamos recordar un día de donde provenimos, recordar nuestras acciones, nuestras emociones, los objetos que nos han rodeado, el hecho de no recordar nada no permite, de forma alguna concluir que “Este no soy yo”, que ahora yo soy un ser nuevo único en la historia del mundo.
–Por que la mayoría de las personas no recuerdan nada?
-Porque en el momento de la muerte el nivel de conciencia, el estado intermediario donde ella se encuentra entre una vida y la otra es muy sutil.
Es en este nivel sutil que se tejen los recuerdos de la otra vida precedente. Pero por falta de práctica, de entrenamiento, de concentración, la gran mayoría e los individuos permanecen al nivel del espíritu conciente, que llamamos grueso o tosco. Esta conciencia sutil existe independientemente del cuerpo y del cerebro, ella esta ligada a la aparición de la conciencia en un ser humano y esta siempre presente, subsiste aun cuando los otros niveles de conciencia aun no existen.
- Podríamos decir que es indestructible?
- de alguna forma. Por esta razón sucede la reencarnación, la conciencia sutil de un Buddha antes de su nacimiento ya ha eliminado todos los obstáculos de la visión perfecta. Podríamos hablar de los tres cuerpos. Este estado sutil de la conciencia (JnanadharmaKaya) dotado de un conocimiento total y primera causa de todas las cosas, es de alguna forma envuelto por cuerpo igualmente sutil, que nosotros no lo podemos percibir en nuestro estado actual de conciencia. El nombre de este cuerpo sutil que existe en tanto permanezca hasta el fin del Samsara es llamado sambhogakaya (Cuerpo de retribución felicidad o beatitud).
Es de este cuerpo que proviene el cuerpo de manifestación (Nirmanakaya), que como su nombre lo indica se manifiesta en diferentes seres y formas. Sin la existencia de un cuerpo sutil, si la conciencia sutil entra en el Nirvana no se manifestara más. Por esta razón, el Bodhisattva se manifiesta toma una forma concreta, humana para ser un intermediario. La conciencia sutil que se reencarna no posee ninguna entidad independiente ni estable. Nuestra conciencia esta en permanente concentración la muerte es un cambio de vestimentas viejas y usadas. Para morir bien debemos vivir bien. La experiencia de la muerte es muy importante pues el estado de nuestra mente en ese momento puede decidir la calidad de nuestro futuro renacimiento.
La reencarnación como elección esta ligada profundamente a un cierto nivel de conciencia, si se logra ese nivel se podrá elegir el próximo destino este es un paso a la liberación. En los otros casos el renacimiento es solo un retorne al Samsara.
_La reencarnación solo se puede producir en este mundo?
- También se pueden producir en otros mundos o galaxias. Los seres evolucionados pueden renacer libremente en cualquier dimensión, estos seres ya se han liberado de todas las impurezas que lo obstaculizan.
Nuestra capacidad original es la misma para todos, algunos la desarrollan y otros no. Estamos muy acostumbrados a la pereza espiritual disfrazada de una falsa actividad: Calculamos, hablamos por teléfono, no movemos de izquierda a derecha.
Pero estas actividades son solamente a un nivel muy elemental y tosco de la mente.
-Como se relaciona la conciencia con el cuerpo?
-Cuando hablamos de conciencia sutil, sabemos que no la podemos ver ni medir, y ella necesita de la forma material, aquella que viene de los padres y que responde a las leyes de la herencia.
La materia es comandada por los cromosomas y la genética. La conciencia o energía sutil e inmaterial se fija al cuerpo. La conciencia sutil, es considerada como un tipo de sabiduría. Es el maestro interior, el supremo gurú que está más allá del espacio y del tiempo. El renacimiento existe como un fenómeno físico. Según el Canon Budista, las partículas sutiles existen en el espacio desde tiempos sin comienzo.
Un universo particular puede existir y desaparecer, pero aunque transcurren ciclos inmensos de tiempo, el universo, como una unidad, estará siempre allí.
Creemos que existe una conciencia sutil que es la fuente de lo que llamamos la creación. En algunos individuos esta conciencia sutil proviene del comienzo de los tiempos y se extiende hasta la Budeidad. Esto es lo que llamamos “un ser”. Este ser puede tomar formas diferentes, pueden ser seres animales, seres humanos y eventualmente Buddhas.
Este es el concepto básico de la reencarnación.
La conciencia sutil en la larga secuencia de los siglos, de forma en forma, debe buscar la Budeidad.
martes, 26 de enero de 2010
Un lugar o una elección?- Dónde iremos o dónde estamos?
Concepto budista del Cielo y del Infierno
“El sabio construye su propio Cielo, en cuanto el ignorante crea su propio infierno aquí y más allá.”
Los budistas no creen en la eternidad del Cielo y del infierno. Aquellos que por su karma descienden a los infiernos, también por algún mérito adquirido en alguna vida pasada podrán salir de ellos. En los portones de los infiernos no hay cerrojos, ellos son lugares temporarios y los seres allí confinados no permanecen eternamente.
Buda enseñó que no sólo afuera de este mundo sino dentro de él hay cielos e infiernos, denominándose así a los estados de sensaciones dolorosas o placenteras y no a un lugar determinado.
En este mundo existe el fuego de la rabia, de la pasión, codicia e ignorancia.De acuerdo con las enseñanzas de Buda nos estamos quemando en once formas de dolores físicos y agonías mentales: 1) pasión, 2) odio, 3) ilusión, 4) enfermedad, 5) decadencia, 6) muerte, 7) preocupación, 8) lamento, 9) dolor (físico y mental) 10) melancolía y 11) pesar.
Las personas pueden incendiar el mundo entero con algunos de esos fuegos de la discordia mental. Infierno y cielo serían lugares en este mundo o en otro plano con mayor o menor sufrimiento. La existencia futura, después de la muerte, es condicionada por el último pensamiento que una persona vivencia en el momento de la muerte. Este último pensamiento que determina la próxima existencia resulta de las acciones pasadas en esta vida o en vidas anteriores. Si el pensamiento predominante refleja acciones meritorias, la persona encontrará su existencia futura en un estado feliz. Tal estado es temporario y cuando finaliza, un nuevo estado o vida comenzará determinada por otra energía kármica predominante. Este proceso repetitivo prosigue sin fin a menos que se llegue a la “Comprensión Correcta” y se tome la firme determinación de seguir el Camino Noble que produzca la Felicidad Última del Nirvana.
Lo importante en Budismo es la construcción del carácter y el entrenamiento mental; llevar una vida correcta desarrollando cualidades humanas y paz mental.
Extraído de la revista bimestral del Templo Tzong Kwan - Maio 07.
“El sabio construye su propio Cielo, en cuanto el ignorante crea su propio infierno aquí y más allá.”
Los budistas no creen en la eternidad del Cielo y del infierno. Aquellos que por su karma descienden a los infiernos, también por algún mérito adquirido en alguna vida pasada podrán salir de ellos. En los portones de los infiernos no hay cerrojos, ellos son lugares temporarios y los seres allí confinados no permanecen eternamente.
Buda enseñó que no sólo afuera de este mundo sino dentro de él hay cielos e infiernos, denominándose así a los estados de sensaciones dolorosas o placenteras y no a un lugar determinado.
En este mundo existe el fuego de la rabia, de la pasión, codicia e ignorancia.De acuerdo con las enseñanzas de Buda nos estamos quemando en once formas de dolores físicos y agonías mentales: 1) pasión, 2) odio, 3) ilusión, 4) enfermedad, 5) decadencia, 6) muerte, 7) preocupación, 8) lamento, 9) dolor (físico y mental) 10) melancolía y 11) pesar.
Las personas pueden incendiar el mundo entero con algunos de esos fuegos de la discordia mental. Infierno y cielo serían lugares en este mundo o en otro plano con mayor o menor sufrimiento. La existencia futura, después de la muerte, es condicionada por el último pensamiento que una persona vivencia en el momento de la muerte. Este último pensamiento que determina la próxima existencia resulta de las acciones pasadas en esta vida o en vidas anteriores. Si el pensamiento predominante refleja acciones meritorias, la persona encontrará su existencia futura en un estado feliz. Tal estado es temporario y cuando finaliza, un nuevo estado o vida comenzará determinada por otra energía kármica predominante. Este proceso repetitivo prosigue sin fin a menos que se llegue a la “Comprensión Correcta” y se tome la firme determinación de seguir el Camino Noble que produzca la Felicidad Última del Nirvana.
Lo importante en Budismo es la construcción del carácter y el entrenamiento mental; llevar una vida correcta desarrollando cualidades humanas y paz mental.
Extraído de la revista bimestral del Templo Tzong Kwan - Maio 07.
jueves, 7 de enero de 2010
Reflexión
PARA RELEER UNA Y OTRA VEZ...
Los Cuatro Acuerdos de la Filosofía
Tolteca
*«No hay razón para sufrir. La única razón por la que sufres es porque así
tú lo exiges. Si observas tu vida encontrarás muchas excusas para sufrir,
pero ninguna razón válida. Lo mismo es aplicable a la felicidad. La única
razón por la que eres feliz es porque tú decides ser feliz. La felicidad es
una elección, como también lo es el sufrimiento».*
Así comienza el libro de los Cuatro Acuerdos de la Sabiduría Tolteca, un
luminoso tratado destinado a poner fin a la Ilusión y al Caos creado por la
mente.
Como siempre con pasa con la Grandes Verdades lo único nuevo somos nosotros.
Cambiamos los enfoques, las maneras de plantearlas, las justificamos con los
últimos conocimientos científicos solo para darnos cuenta de que cientos,
cuando no miles de años atrás ya habían sido formuladas.
Cuando el Buda Gautama expresaba que todo es unidad y que nuestros actos
afectan siempre al Karma no solo de la humanidad sino de la Creación toda,
tal vez no suponía que iba a tener que esperar casi 2500 años para que la
teoría del campo unificado le permitiese quedarse tranquilo con su verdad…
Supongo que debe haber sido una espera dura en la ansiedad de haberle errado
al Nirvana; un colectivo equivocado y la reputación de casi tres milenios al
tacho!!
Esto es exactamente lo que sucede con la teoría tolteca sobre el Mitote. Los
toltecas sostuvieron, mucho antes de que nosotros los autorizáramos con
nuestros “descubrimientos” en neurofisiología y física cuántica, que vivimos
dentro de un sueño. Una fantasía elaborada a través de la incesante
actividad de nuestras mentes y que entrelazada con otras fantasía del
conjunto toman estatus de “verdades”.
De hecho esta misma “teoría” puede ser rastrada casi en el total de las
tradiciones Espirituales de los pueblos antiguos alrededor del mundo (La
Maya Hindú por ejemplo).
Bien, dentro de este sueño o Mitote deberíamos ser libres de crear cualquier
realidad que, literalmente, se nos ocurriera; sin embargo sostiene que
nuestra capacidad creadora no ha sido debidamente fomentada, de hecho ha
sido deliberadamente corrompida, en el nombre de lo que se denomina el bien
común que no es más que la normativa para controlar el orden social.
Herramientas involuntarias y bien intencionadas de esta “Castración
Creativa” ha sido nuestros padres en primer lugar, todo los adultos con
autoridad física o moral sobre nosotros y después los condicionamientos
sociales en general: El “qué Dirán” el “que no se note” y todos los que
seguro te están viniendo a la mente. A estos condicionantes los Denominaban
Acuerdos, puesto que se instalaban con la Voluntad (no siempre consciente ni
informada) del individuo.
Y acá llegamos a otro punto interesante:
Ningún acuerdo puede ser instalado “por la fuerza” en el otro sino con su
consentimiento.
Por supuesto está de más decir que la capacidad de oponernos a los acuerdos
es directamente proporcional a nuestro grado de madurez y a nuestro grado de
consciencia de Auto-responsabilidad, así también como la capacidad de
modificar y eliminar acuerdos autolimitantes o de establecer nuevos
acuerdos.
Es sobre esta base que los toltecas construyen la Teoría de los Cuatro
Acuerdos en orden de establecer un método simple (no fácil, simple) y
accesible a cualquiera que tome la decisión de reprogramar sus acuerdos
internos.
Hago la aclaración de que no son fáciles porque estamos viviendo en una
época de soluciones “Quick” que nos está llevando a la peligrosa tentación
de una espiritualidad con iguales características.
Depende de los años que tengas ya oíste el
“piense y hágase rico”
“cómo cambiar tu vida en una semana”
“cómo bajar de peso en 3 días”
“cómo conquistarla/lo con solo dos gestos” (…espacio libre para la
imaginación…)
Las cosas pueden ser Extremadamente simples, de hecho lo son en la gran
mayoría de los casos porque la dinámica cósmica no incluye el concepto de la
complicación. Sin embargo para sintonizarnos con dicha dinámica debemos
tener un gobierno exquisito sobre cada parte de nuestro ser, tanto sensible
como mental y energético.
Hoy en día todos somos conscientes de que somos lo que pensamos y que todo
lo que percibimos lo percibimos en realidad en el espejo de la memoria, sale
hasta en las revistas de entretenimiento haciéndonos sentir como unos
inútiles porque nosotros ya hemos imaginado la casa en la Riviera Francesa
con gaviotas y todo y hemos vuelto a despertar en la casita de Larguirucho.
Sin embargo lo que no nos han dicho no es mentira aunque tal vez no sea toda
la verdad. Porque la Verdad no siempre vende.
Para que un pensamiento creativo genere un desplazamiento dimensional o más
aún, modifique la dimensión en la que nos hallamos, tiene que haber una
acuerdo ABSOLUTO entre nuestro cuerpo, nuestra mente tanto consciente como
inconsciente y nuestra energía espiritual, así como también la certeza
inviolable de que es un hecho consumado simplemente PORQUE NO PUEDE DEJAR DE
PASAR.
No sé vos… yo estoy en la etapa de seguir participando, aunque el juego es
hermoso y cada logro llena el alma de gozo.
Así que los toltecas establecieron acuerdos que no demandan ni más ni menos
que el mencionado esfuerzo pero que son de una aplicación tan simple que
vale la pena intentar, porque los resultados no se hacen esperar.
* *
*1º Acuerdo “SE IMPECABLE CON TUS PALABRAS”*
Comprendemos la palabra como la manifestación de nuestros pensamientos y a
nuestros pensamientos como la manifestación de nuestra realidad interna.
Nunca hablamos bien o mal del otro simplemente porque nuestra mente no
registra su existencia en su realidad, hablamos de lo que vemos de nosotros
en el otro porque eso sí está en nuestra realidad interna.
Nunca expresamos un deseo sino la certeza de la realidad de una carencia
puesto que en nuestra mente solo podemos desear lo no tenemos.
Las palabras son un puente entre la energía creadora y la manifestación. Son
el sortilegio que trae a la vida todo aquello que habita en nuestro
interior.
El Dr. Ruiz habla en el libro de la “Impecabilidad” de la palabra
remitiéndose al latín “pecatus” y definiendo así como un discurso sin
pecado. Sin embargo “pecatus” hace más bien referencia a errar la flecha el
blanco y desde allí la aspiración es a un discurso pensado cuidadosamente;
teniendo en cuenta su objetivo final, es decir que no importa tanto lo que
decimos o porque lo decimos sino para qué lo decimos y allí radica la
impecabilidad.
Eso sí el Dr Ruiz hace referencia a una definición de pecado maravillosa:
“Un pecado es cualquier cosa que haces y que va contra ti. Todo lo que
sientas, creas o digas que vaya contra ti es pecado… Ser impecable es no ir
contra ti mismo. Cuando eres impecable asumes la responsabilidad de tus
actos pero sin juzgarte ni culparte.”
* *
*2º Acuerdo “NO TE TOMES NADA PERSONALMENTE”*
Aaahh el ego!! Esa pequeña porción casi invisible de nuestro Ser
Magnificente que ocupa todo un espejo.
Todos los acuerdos se desprenden del primero, así tomarnos las cosas
personalmente es no ser impecables con nuestras palabras hacia nosotros
mismos.
Siempre asumimos que todo empieza y termina en nosotros cosa que solo es
aplicable dentro del espacio de nuestra propia realidad. El otro no puede
juzgarnos ni para bien ni para mal. No nos conoce lo suficiente, de hecho,
ni nosotros nos conocemos lo suficiente para poder juzgarnos y el único
capaz de decir sin lugar a dudas “Sé quién Eres” no ha tenido nunca la
intención de juzgarnos porque nos reconoce como una parte suya creada y
manifestada para ser perfecta.
El otro solo se juzga a sí mismo a través nuestro.
Cuando te dicen “la verdad es que sos una mala persona” está hablando de sí
misma, y ojo! Cuando te dice que sos lo más grande que hay también.
No tomarnos nada personalmente nos permite ubicarnos en un espacio de
equilibrio y de satisfacción con quiénes somos, y con lo que estamos
construyendo, que nos libera del miedo, la ansiedad, la necesidad de
sostener ideas ajenas y de compensar nuestros hipotéticos errores frente a
todo el que nos lo exija.
Que tu sed de perfección nazca de la necesidad de manifestar el Dios que sos
y no de conformar al otro.
Un amigo mío solía decir “me molesta que hables de vos cuando estás hablando
de mí”
* *
*3º Acuerdo “NO HAGAS SUPOSICIONES”*
Suponemos para compensar el miedo a lo desconocido, la ansiedad de no ser
correspondidos en nuestros afectos, nuestras ideas o nuestras normativas.
Suponemos como un acto de supervivencia que se nos tornó vicioso y que
seguimos utilizando porque es más simple que vencer nuestras barreras y
preguntar por miedo a la respuesta.
Sin embargo este mecanismo no hace más que producirnos angustia porque
vivimos imaginado escenarios posibles sin saber nunca si son reales y esto
por no mencionar el desgaste que produce en relación con el otro.
El “gran finale” de nuestra adicción a las suposiciones es cuando comenzamos
a hacerlas incluso sobre nosotros mismos.
Consideramos el conocernos o el explorarnos como un acto gratuito puesto que
ya sabemos todo lo que tenemos que saber de nosotros, y en realidad tenemos
los ficheros llenos de suposiciones generadas para satisfacer la necesidad
de respuestas de la mente. Así el mitote crece en nuestro interior
llenándonos de caos y ruido e impidiéndonos conectarnos con nuestra esencia
divina.
*4º Acuerdo “HAZ SIEMPRE TU MÁXIMO ESFUERZO”*
Si al apoyar la cabeza en la almohada te asalta la intranquilidad de saber
que no viviste según los cuatro acuerdos, ni los tres o ni siquiera uno,
tenés dos caminos: o juzgarte y continuar el camino del mal acuerdo o
preguntarse si eso fue lo máximo que podías hacer el día de hoy.
No todos los día son iguales, las exigencias, nuestro ánimo, los desafíos de
la dualidad hacen difícil discriminar la realidad de la ilusión. Comprender
esto, comprenderte como un Ser en camino de perfección y no perfecto; saber
que has dado cada minuto lo mejor de vos sin importar lo que esto signifique
de un minuto al otro, es el mejor camino para sostener los acuerdos y
alcanzar lo que los toltecas llaman “El Cielo en la Tierra”
Además tu mejor esfuerzo es lo único que podés dar con total
responsabilidad, actitud de gozo y entrega; y eso es exactamente lo que se
requiere para alcanzar la Maestría.
*QUE ESTE AÑO QUE COMIENZA PODAMOS REDEFINIR NUESTROS ACUERDOS Y ALCANZAR EL
CIELO EN LA TIERRA*
ASI SEA, ASI ES, ASI SERÁ
Los Cuatro Acuerdos de la Filosofía
Tolteca
*«No hay razón para sufrir. La única razón por la que sufres es porque así
tú lo exiges. Si observas tu vida encontrarás muchas excusas para sufrir,
pero ninguna razón válida. Lo mismo es aplicable a la felicidad. La única
razón por la que eres feliz es porque tú decides ser feliz. La felicidad es
una elección, como también lo es el sufrimiento».*
Así comienza el libro de los Cuatro Acuerdos de la Sabiduría Tolteca, un
luminoso tratado destinado a poner fin a la Ilusión y al Caos creado por la
mente.
Como siempre con pasa con la Grandes Verdades lo único nuevo somos nosotros.
Cambiamos los enfoques, las maneras de plantearlas, las justificamos con los
últimos conocimientos científicos solo para darnos cuenta de que cientos,
cuando no miles de años atrás ya habían sido formuladas.
Cuando el Buda Gautama expresaba que todo es unidad y que nuestros actos
afectan siempre al Karma no solo de la humanidad sino de la Creación toda,
tal vez no suponía que iba a tener que esperar casi 2500 años para que la
teoría del campo unificado le permitiese quedarse tranquilo con su verdad…
Supongo que debe haber sido una espera dura en la ansiedad de haberle errado
al Nirvana; un colectivo equivocado y la reputación de casi tres milenios al
tacho!!
Esto es exactamente lo que sucede con la teoría tolteca sobre el Mitote. Los
toltecas sostuvieron, mucho antes de que nosotros los autorizáramos con
nuestros “descubrimientos” en neurofisiología y física cuántica, que vivimos
dentro de un sueño. Una fantasía elaborada a través de la incesante
actividad de nuestras mentes y que entrelazada con otras fantasía del
conjunto toman estatus de “verdades”.
De hecho esta misma “teoría” puede ser rastrada casi en el total de las
tradiciones Espirituales de los pueblos antiguos alrededor del mundo (La
Maya Hindú por ejemplo).
Bien, dentro de este sueño o Mitote deberíamos ser libres de crear cualquier
realidad que, literalmente, se nos ocurriera; sin embargo sostiene que
nuestra capacidad creadora no ha sido debidamente fomentada, de hecho ha
sido deliberadamente corrompida, en el nombre de lo que se denomina el bien
común que no es más que la normativa para controlar el orden social.
Herramientas involuntarias y bien intencionadas de esta “Castración
Creativa” ha sido nuestros padres en primer lugar, todo los adultos con
autoridad física o moral sobre nosotros y después los condicionamientos
sociales en general: El “qué Dirán” el “que no se note” y todos los que
seguro te están viniendo a la mente. A estos condicionantes los Denominaban
Acuerdos, puesto que se instalaban con la Voluntad (no siempre consciente ni
informada) del individuo.
Y acá llegamos a otro punto interesante:
Ningún acuerdo puede ser instalado “por la fuerza” en el otro sino con su
consentimiento.
Por supuesto está de más decir que la capacidad de oponernos a los acuerdos
es directamente proporcional a nuestro grado de madurez y a nuestro grado de
consciencia de Auto-responsabilidad, así también como la capacidad de
modificar y eliminar acuerdos autolimitantes o de establecer nuevos
acuerdos.
Es sobre esta base que los toltecas construyen la Teoría de los Cuatro
Acuerdos en orden de establecer un método simple (no fácil, simple) y
accesible a cualquiera que tome la decisión de reprogramar sus acuerdos
internos.
Hago la aclaración de que no son fáciles porque estamos viviendo en una
época de soluciones “Quick” que nos está llevando a la peligrosa tentación
de una espiritualidad con iguales características.
Depende de los años que tengas ya oíste el
“piense y hágase rico”
“cómo cambiar tu vida en una semana”
“cómo bajar de peso en 3 días”
“cómo conquistarla/lo con solo dos gestos” (…espacio libre para la
imaginación…)
Las cosas pueden ser Extremadamente simples, de hecho lo son en la gran
mayoría de los casos porque la dinámica cósmica no incluye el concepto de la
complicación. Sin embargo para sintonizarnos con dicha dinámica debemos
tener un gobierno exquisito sobre cada parte de nuestro ser, tanto sensible
como mental y energético.
Hoy en día todos somos conscientes de que somos lo que pensamos y que todo
lo que percibimos lo percibimos en realidad en el espejo de la memoria, sale
hasta en las revistas de entretenimiento haciéndonos sentir como unos
inútiles porque nosotros ya hemos imaginado la casa en la Riviera Francesa
con gaviotas y todo y hemos vuelto a despertar en la casita de Larguirucho.
Sin embargo lo que no nos han dicho no es mentira aunque tal vez no sea toda
la verdad. Porque la Verdad no siempre vende.
Para que un pensamiento creativo genere un desplazamiento dimensional o más
aún, modifique la dimensión en la que nos hallamos, tiene que haber una
acuerdo ABSOLUTO entre nuestro cuerpo, nuestra mente tanto consciente como
inconsciente y nuestra energía espiritual, así como también la certeza
inviolable de que es un hecho consumado simplemente PORQUE NO PUEDE DEJAR DE
PASAR.
No sé vos… yo estoy en la etapa de seguir participando, aunque el juego es
hermoso y cada logro llena el alma de gozo.
Así que los toltecas establecieron acuerdos que no demandan ni más ni menos
que el mencionado esfuerzo pero que son de una aplicación tan simple que
vale la pena intentar, porque los resultados no se hacen esperar.
* *
*1º Acuerdo “SE IMPECABLE CON TUS PALABRAS”*
Comprendemos la palabra como la manifestación de nuestros pensamientos y a
nuestros pensamientos como la manifestación de nuestra realidad interna.
Nunca hablamos bien o mal del otro simplemente porque nuestra mente no
registra su existencia en su realidad, hablamos de lo que vemos de nosotros
en el otro porque eso sí está en nuestra realidad interna.
Nunca expresamos un deseo sino la certeza de la realidad de una carencia
puesto que en nuestra mente solo podemos desear lo no tenemos.
Las palabras son un puente entre la energía creadora y la manifestación. Son
el sortilegio que trae a la vida todo aquello que habita en nuestro
interior.
El Dr. Ruiz habla en el libro de la “Impecabilidad” de la palabra
remitiéndose al latín “pecatus” y definiendo así como un discurso sin
pecado. Sin embargo “pecatus” hace más bien referencia a errar la flecha el
blanco y desde allí la aspiración es a un discurso pensado cuidadosamente;
teniendo en cuenta su objetivo final, es decir que no importa tanto lo que
decimos o porque lo decimos sino para qué lo decimos y allí radica la
impecabilidad.
Eso sí el Dr Ruiz hace referencia a una definición de pecado maravillosa:
“Un pecado es cualquier cosa que haces y que va contra ti. Todo lo que
sientas, creas o digas que vaya contra ti es pecado… Ser impecable es no ir
contra ti mismo. Cuando eres impecable asumes la responsabilidad de tus
actos pero sin juzgarte ni culparte.”
* *
*2º Acuerdo “NO TE TOMES NADA PERSONALMENTE”*
Aaahh el ego!! Esa pequeña porción casi invisible de nuestro Ser
Magnificente que ocupa todo un espejo.
Todos los acuerdos se desprenden del primero, así tomarnos las cosas
personalmente es no ser impecables con nuestras palabras hacia nosotros
mismos.
Siempre asumimos que todo empieza y termina en nosotros cosa que solo es
aplicable dentro del espacio de nuestra propia realidad. El otro no puede
juzgarnos ni para bien ni para mal. No nos conoce lo suficiente, de hecho,
ni nosotros nos conocemos lo suficiente para poder juzgarnos y el único
capaz de decir sin lugar a dudas “Sé quién Eres” no ha tenido nunca la
intención de juzgarnos porque nos reconoce como una parte suya creada y
manifestada para ser perfecta.
El otro solo se juzga a sí mismo a través nuestro.
Cuando te dicen “la verdad es que sos una mala persona” está hablando de sí
misma, y ojo! Cuando te dice que sos lo más grande que hay también.
No tomarnos nada personalmente nos permite ubicarnos en un espacio de
equilibrio y de satisfacción con quiénes somos, y con lo que estamos
construyendo, que nos libera del miedo, la ansiedad, la necesidad de
sostener ideas ajenas y de compensar nuestros hipotéticos errores frente a
todo el que nos lo exija.
Que tu sed de perfección nazca de la necesidad de manifestar el Dios que sos
y no de conformar al otro.
Un amigo mío solía decir “me molesta que hables de vos cuando estás hablando
de mí”
* *
*3º Acuerdo “NO HAGAS SUPOSICIONES”*
Suponemos para compensar el miedo a lo desconocido, la ansiedad de no ser
correspondidos en nuestros afectos, nuestras ideas o nuestras normativas.
Suponemos como un acto de supervivencia que se nos tornó vicioso y que
seguimos utilizando porque es más simple que vencer nuestras barreras y
preguntar por miedo a la respuesta.
Sin embargo este mecanismo no hace más que producirnos angustia porque
vivimos imaginado escenarios posibles sin saber nunca si son reales y esto
por no mencionar el desgaste que produce en relación con el otro.
El “gran finale” de nuestra adicción a las suposiciones es cuando comenzamos
a hacerlas incluso sobre nosotros mismos.
Consideramos el conocernos o el explorarnos como un acto gratuito puesto que
ya sabemos todo lo que tenemos que saber de nosotros, y en realidad tenemos
los ficheros llenos de suposiciones generadas para satisfacer la necesidad
de respuestas de la mente. Así el mitote crece en nuestro interior
llenándonos de caos y ruido e impidiéndonos conectarnos con nuestra esencia
divina.
*4º Acuerdo “HAZ SIEMPRE TU MÁXIMO ESFUERZO”*
Si al apoyar la cabeza en la almohada te asalta la intranquilidad de saber
que no viviste según los cuatro acuerdos, ni los tres o ni siquiera uno,
tenés dos caminos: o juzgarte y continuar el camino del mal acuerdo o
preguntarse si eso fue lo máximo que podías hacer el día de hoy.
No todos los día son iguales, las exigencias, nuestro ánimo, los desafíos de
la dualidad hacen difícil discriminar la realidad de la ilusión. Comprender
esto, comprenderte como un Ser en camino de perfección y no perfecto; saber
que has dado cada minuto lo mejor de vos sin importar lo que esto signifique
de un minuto al otro, es el mejor camino para sostener los acuerdos y
alcanzar lo que los toltecas llaman “El Cielo en la Tierra”
Además tu mejor esfuerzo es lo único que podés dar con total
responsabilidad, actitud de gozo y entrega; y eso es exactamente lo que se
requiere para alcanzar la Maestría.
*QUE ESTE AÑO QUE COMIENZA PODAMOS REDEFINIR NUESTROS ACUERDOS Y ALCANZAR EL
CIELO EN LA TIERRA*
ASI SEA, ASI ES, ASI SERÁ
viernes, 1 de enero de 2010
Ni Dios, ni Yo (Para empezar el año)
Capitulo: Ni Yo, ni Dios
El Budismo, según las palabras de su fundador, se basa en la existencia personal y no en la relación divina.
De esta forma niega la existencia independientemente de un “yo” o “ego”. Todas las tradiciones recurren al concepto del “alma” o “Atman” en sánscrito, como una entidad permanente que nos sobrevive, para conocer otra vida u otras vidas distintas del cuerpo resistente a la muerte, al sueño o a la pérdida de conciencia.
El Budismo la ha buscado sin encontrarla.
De esta forma rechaza también el concepto moderno de un “yo” o “ego” tangible, definido y durable.
Cuando decimos “mi cuerpo”, “mi espíritu”, suponemos la existencia de un ser, de una persona que posee este cuerpo y este espíritu.
Igualmente cuando decimos “mis deseos”, “mi pasado”, etc.
Esto es condenado porque es una creencia ilusoria que origina el egoísmo, el apego a las pertenencias, a los celos, al orgullo, a la envidia, a los otros que viven en el mismo error.
Los conflictos entre los individuos, a las guerras de exterminación entre naciones, toda la maldad que nos agita; nace de esta creencia absurda, de esta sensación de ser distinto, particular y permanente.
Somos como la hoja de papel en relación a todas las cosas. Podemos descomponernos en varios elementos, en las partes y hasta en los átomos que nos componen. Para luchar contra este flujo e impermanencia que nos rodea, los hombres han inventado dos conceptos: Uno para protegerse, otro para la conservación.
El concepto de protección se llama Dios, padre omnipresente y omnipotente que nos protege de nuestra debilidad.
El concepto de conservación se llama “alma” destinada a vivir eternamente y que nos consuela ante el pasaje de la vida.
Estas ideas son “proyecciones mentales sutiles”, irresistibles, porque ellas nacen de nuestra angustia y de nuestra necesidad de vivir.
El hombre se apega tan fuertemente a estos conceptos que no aceptara ninguna palabra que se oponga a ellos.
Para lograr la iluminación es indispensable que nos liberemos de ellos.
El Buda Sakyamuni dijo: “Los hombres dominados por las pasiones y envueltos en la oscuridad no pueden ver esta verdad que va contra la corriente que es sublime, profunda y difícil de comprender.
Ir contra la corriente es una forma de decir que estamos muy ligados a la idea de un ser permanente e individual. A todos nos parece que somos hechos de nuestras acciones pasadas, del momento presente, de nuestros proyectos para el futuro. Que las modificaciones son superficiales, que lo esencial en cada uno de nosotros subsiste.
“Tu no has cambiado”, solemos decir como un halago.
El Budismo afirma lo contrario. Ningún trazo de substancia permanece sin cambio, vivimos en medio de una cadena ininterrupta de relaciones que condicionan nuestra existencia a cada instante.
Esta idea del ego se relaciona, con la noción del pasado y la memoria. Esta sensación de continuidad es una ilusión. Todo lo que concierne a nuestro pasado, que reconstituimos y modificamos constantemente con el pensamiento es lo que ilusoriamente confundimos dando el nombre de “yo”.
El Budismo, según las palabras de su fundador, se basa en la existencia personal y no en la relación divina.
De esta forma niega la existencia independientemente de un “yo” o “ego”. Todas las tradiciones recurren al concepto del “alma” o “Atman” en sánscrito, como una entidad permanente que nos sobrevive, para conocer otra vida u otras vidas distintas del cuerpo resistente a la muerte, al sueño o a la pérdida de conciencia.
El Budismo la ha buscado sin encontrarla.
De esta forma rechaza también el concepto moderno de un “yo” o “ego” tangible, definido y durable.
Cuando decimos “mi cuerpo”, “mi espíritu”, suponemos la existencia de un ser, de una persona que posee este cuerpo y este espíritu.
Igualmente cuando decimos “mis deseos”, “mi pasado”, etc.
Esto es condenado porque es una creencia ilusoria que origina el egoísmo, el apego a las pertenencias, a los celos, al orgullo, a la envidia, a los otros que viven en el mismo error.
Los conflictos entre los individuos, a las guerras de exterminación entre naciones, toda la maldad que nos agita; nace de esta creencia absurda, de esta sensación de ser distinto, particular y permanente.
Somos como la hoja de papel en relación a todas las cosas. Podemos descomponernos en varios elementos, en las partes y hasta en los átomos que nos componen. Para luchar contra este flujo e impermanencia que nos rodea, los hombres han inventado dos conceptos: Uno para protegerse, otro para la conservación.
El concepto de protección se llama Dios, padre omnipresente y omnipotente que nos protege de nuestra debilidad.
El concepto de conservación se llama “alma” destinada a vivir eternamente y que nos consuela ante el pasaje de la vida.
Estas ideas son “proyecciones mentales sutiles”, irresistibles, porque ellas nacen de nuestra angustia y de nuestra necesidad de vivir.
El hombre se apega tan fuertemente a estos conceptos que no aceptara ninguna palabra que se oponga a ellos.
Para lograr la iluminación es indispensable que nos liberemos de ellos.
El Buda Sakyamuni dijo: “Los hombres dominados por las pasiones y envueltos en la oscuridad no pueden ver esta verdad que va contra la corriente que es sublime, profunda y difícil de comprender.
Ir contra la corriente es una forma de decir que estamos muy ligados a la idea de un ser permanente e individual. A todos nos parece que somos hechos de nuestras acciones pasadas, del momento presente, de nuestros proyectos para el futuro. Que las modificaciones son superficiales, que lo esencial en cada uno de nosotros subsiste.
“Tu no has cambiado”, solemos decir como un halago.
El Budismo afirma lo contrario. Ningún trazo de substancia permanece sin cambio, vivimos en medio de una cadena ininterrupta de relaciones que condicionan nuestra existencia a cada instante.
Esta idea del ego se relaciona, con la noción del pasado y la memoria. Esta sensación de continuidad es una ilusión. Todo lo que concierne a nuestro pasado, que reconstituimos y modificamos constantemente con el pensamiento es lo que ilusoriamente confundimos dando el nombre de “yo”.
Conferencia del 14/11/2009 - Maestro Pu Hsien -(Leída en la práctica del 30/12/2009)
Conferencia 14 fecha 01/11/09
Un proverbio chino dice: “Si ven soldados enfréntelos con generales, si ven agua construyan un muro para contenerla”.
Señores, ustedes los que se encuentran sentados aquí, ¿qué tipo de sensación están sintiendo ahora? Que el banco es muy duro, que le hormiguean los pies, etcétera. Buddha dijo: “La sensación es el milagro para el despertar”. No reconocerlo es una característica del ser humano. La atención a la sensación rectificará a la mente y esta mente recta es el camino”. Cuando la sensación llega no debemos dejarnos dominar por ella. La vida simple depende de nuestra sabiduría pero no es fácil lograrla. Tenemos que saber que la tecnología de hoy puede ayudarnos a disfrutar mejor de la vida. La vida simple no es pobreza. Si no tenemos aparatos tecnológicos la vida puede complicarse; imagínese usted hoy en día lavando la ropa a mano, gastará mucho tiempo en ello. La vida simple es un método, pero el exceso de simplicidad es un atraso.
Hay otro proverbio chino que dice: “Es muy rico como el emperador, pero vive como un mendigo”.
Hay personas que tienen méritos de la vida pasada y son ricas en esta vida, pero no donan nada. Ellos pueden tener retribuciones de bendiciones pero no están usando estas condiciones para progresar en el camino correcto.
Otras pueden tener mucha codicia y cuando conocen la pobreza adquieren una mente maligna, es necesario tener mucha rectitud de carácter y de actitudes cuando estamos en la pobreza para no empeorar la situación. Hay también personas que se comparan todo el tiempo con otras; este tipo de personas no tienen mucha sabiduría pero las podríamos definir como “sabio de las comparaciones externas”. En chino el sonido de la palabra sabio es el mismo que el sonido de escoria de la sociedad, el significado es que es alguien que no le hace falta a la sociedad. Tenemos que pensar que el pasado ya paso y el futuro todavía esta por llegar. El pasado es para aprender con el y no para lamentarnos de lo que tuvimos y de lo que fuimos. No lo debemos compararlo con el presente y tampoco no debemos lamentarnos de la situación actual. Si tenemos sabiduría vamos a percibir que la vida y la muerte son más importantes que el apego al pasado. Mientras estemos vivos debemos pensar en hacer feliz a quien está a nuestro lado; vivir feliz y dormir feliz es despertar para la vida. ¿Qué es el despertar para la muerte? Cuando usted ya cumplió todos sus deberes no tendrá su destino preso a la causalidad y no precisará preocuparse con la muerte, esto es despertar para la muerte. Si usted comprende lo que es la vida, comprenderá lo que es la muerte. Si usted no tiene afinidad con las personas, siempre estará en peligro, las situaciones que la vida le presente serán peligrosas para usted. Por esta razón siempre debemos tener una mente de agradecimiento, de alegría.
Nosotros, buddhistas al conocer el Buddhadharma no debemos volvernos personas excéntricas. Quien conoce el budhismo tiene que transformar los problemas de la vida en alegría. Tenemos que relacionarnos con el mundo, con la familia, tenemos que armonizarnos con la sociedad y con la naturaleza.
Si solo pensamos en ganar más dinero y no apreciamos la naturaleza no aprovecharemos esta vida, cuando nos armonicemos con todo, nuestra vida será bella.
Vivir sin relacionarnos con el mundo es una ilusión. Tener una familia armoniosa y feliz va a contribuir para nuestra práctica budista. Aquellos que tienen muchas habilidades están muy ocupados y los menos hábiles son los que más descansan. Aquellos que tienen más elocuencia deben argumentar más, los que tienen menos elocuencia deben permanecer callados. Hay personas que cuando adquieren éxito material olvidan el sentido de la vida. Aquellos que acumulan solo amor tendrán bendiciones, quienes solo acumulan quejas tornarán sus vidas muy desgraciadas, estos tipos de pensamientos generan muchas aflicciones. La aflicción puede matar a una persona, esta puede estar atrincherada profundamente en su mente y en cualquier situación puede brotar. Los bodhisattvas y mahasattvas alcanzaron el nivel de que cualquier tipo de sensación no altere sus sentimientos. Ellos perciben la sensación pero no alimentan los efectos. Con la edad el cuerpo se torma más doloroso por causa del acumulo de aflicciones en la vida. Todas las situaciones de hoy, son el resultado de los hábitos del pasado.
Un antiguo proverbio dice: “Cuando estamos en una situación de peligro buscamos un lugar aislado y cuando estamos en paz y tranquilidad no prestamos atención a lo que sucede alrededor”.
Si no tenemos principios en la vida, vamos a vivir sin normas y muy relajados. Desperdiciar la vida no es muy correcto. Sin normas y principios su vida acabará. Debemos vivir de acuerdo a las situaciones. Quien consigue tratar a los padres con atención es un hijo obediente. La mente de las personas no dignas, son inestables las personas no dignas deben ser mantenidas a distancia.
¿Qué es la riqueza? Ser rico es cuando no falta nada. ¿Qué es ser noble? Ser noble es tener ética. Lo mejor de la riqueza, no es el poder, es la libertad. La riqueza más apreciada no es el dinero y sí lo es la nobleza. Los Tres Refugios y los Cinco Preceptos sirven para tornarnos nobles y adquirir libertad. Hay personas que son esclavas del sexo, de las ambiciones y del miedo. La superstición nos causa miedo; la superstición puede ser considerada como cuando uno se zambulle en lo que no vemos. Los budistas no somos supersticiosos porque seguimos a Buddha que es un Iluminado.
No debemos temer nuestro pasado, pues las buenas acciones y los buenos votos del presente nos traerán un buen destino. Todo lo que hacemos deja un rastro bien profundo que se manifestará en la calidad del futuro. Si usted no realizó ninguna buena acción y ningún buen estudio no tendrá ningún mérito y de esta manera si debe temer la muerte. El miedo a la muerte está en nuestra imaginación y se origina de la ignorancia. La práctica del budismo nos lleva a entender que todo lo que hagamos es parte de la práctica y tenemos que tratar la muerte como un medio para nuestro despertar. Así debemos contemplar la sensación del dolor y saber que son los cuatro elementos que se están separando.
Si hemos realizado buenas acciones durante la vida tendremos una sonrisa cuando dejemos este mundo.
Un proverbio chino dice: “Si ven soldados enfréntelos con generales, si ven agua construyan un muro para contenerla”.
Señores, ustedes los que se encuentran sentados aquí, ¿qué tipo de sensación están sintiendo ahora? Que el banco es muy duro, que le hormiguean los pies, etcétera. Buddha dijo: “La sensación es el milagro para el despertar”. No reconocerlo es una característica del ser humano. La atención a la sensación rectificará a la mente y esta mente recta es el camino”. Cuando la sensación llega no debemos dejarnos dominar por ella. La vida simple depende de nuestra sabiduría pero no es fácil lograrla. Tenemos que saber que la tecnología de hoy puede ayudarnos a disfrutar mejor de la vida. La vida simple no es pobreza. Si no tenemos aparatos tecnológicos la vida puede complicarse; imagínese usted hoy en día lavando la ropa a mano, gastará mucho tiempo en ello. La vida simple es un método, pero el exceso de simplicidad es un atraso.
Hay otro proverbio chino que dice: “Es muy rico como el emperador, pero vive como un mendigo”.
Hay personas que tienen méritos de la vida pasada y son ricas en esta vida, pero no donan nada. Ellos pueden tener retribuciones de bendiciones pero no están usando estas condiciones para progresar en el camino correcto.
Otras pueden tener mucha codicia y cuando conocen la pobreza adquieren una mente maligna, es necesario tener mucha rectitud de carácter y de actitudes cuando estamos en la pobreza para no empeorar la situación. Hay también personas que se comparan todo el tiempo con otras; este tipo de personas no tienen mucha sabiduría pero las podríamos definir como “sabio de las comparaciones externas”. En chino el sonido de la palabra sabio es el mismo que el sonido de escoria de la sociedad, el significado es que es alguien que no le hace falta a la sociedad. Tenemos que pensar que el pasado ya paso y el futuro todavía esta por llegar. El pasado es para aprender con el y no para lamentarnos de lo que tuvimos y de lo que fuimos. No lo debemos compararlo con el presente y tampoco no debemos lamentarnos de la situación actual. Si tenemos sabiduría vamos a percibir que la vida y la muerte son más importantes que el apego al pasado. Mientras estemos vivos debemos pensar en hacer feliz a quien está a nuestro lado; vivir feliz y dormir feliz es despertar para la vida. ¿Qué es el despertar para la muerte? Cuando usted ya cumplió todos sus deberes no tendrá su destino preso a la causalidad y no precisará preocuparse con la muerte, esto es despertar para la muerte. Si usted comprende lo que es la vida, comprenderá lo que es la muerte. Si usted no tiene afinidad con las personas, siempre estará en peligro, las situaciones que la vida le presente serán peligrosas para usted. Por esta razón siempre debemos tener una mente de agradecimiento, de alegría.
Nosotros, buddhistas al conocer el Buddhadharma no debemos volvernos personas excéntricas. Quien conoce el budhismo tiene que transformar los problemas de la vida en alegría. Tenemos que relacionarnos con el mundo, con la familia, tenemos que armonizarnos con la sociedad y con la naturaleza.
Si solo pensamos en ganar más dinero y no apreciamos la naturaleza no aprovecharemos esta vida, cuando nos armonicemos con todo, nuestra vida será bella.
Vivir sin relacionarnos con el mundo es una ilusión. Tener una familia armoniosa y feliz va a contribuir para nuestra práctica budista. Aquellos que tienen muchas habilidades están muy ocupados y los menos hábiles son los que más descansan. Aquellos que tienen más elocuencia deben argumentar más, los que tienen menos elocuencia deben permanecer callados. Hay personas que cuando adquieren éxito material olvidan el sentido de la vida. Aquellos que acumulan solo amor tendrán bendiciones, quienes solo acumulan quejas tornarán sus vidas muy desgraciadas, estos tipos de pensamientos generan muchas aflicciones. La aflicción puede matar a una persona, esta puede estar atrincherada profundamente en su mente y en cualquier situación puede brotar. Los bodhisattvas y mahasattvas alcanzaron el nivel de que cualquier tipo de sensación no altere sus sentimientos. Ellos perciben la sensación pero no alimentan los efectos. Con la edad el cuerpo se torma más doloroso por causa del acumulo de aflicciones en la vida. Todas las situaciones de hoy, son el resultado de los hábitos del pasado.
Un antiguo proverbio dice: “Cuando estamos en una situación de peligro buscamos un lugar aislado y cuando estamos en paz y tranquilidad no prestamos atención a lo que sucede alrededor”.
Si no tenemos principios en la vida, vamos a vivir sin normas y muy relajados. Desperdiciar la vida no es muy correcto. Sin normas y principios su vida acabará. Debemos vivir de acuerdo a las situaciones. Quien consigue tratar a los padres con atención es un hijo obediente. La mente de las personas no dignas, son inestables las personas no dignas deben ser mantenidas a distancia.
¿Qué es la riqueza? Ser rico es cuando no falta nada. ¿Qué es ser noble? Ser noble es tener ética. Lo mejor de la riqueza, no es el poder, es la libertad. La riqueza más apreciada no es el dinero y sí lo es la nobleza. Los Tres Refugios y los Cinco Preceptos sirven para tornarnos nobles y adquirir libertad. Hay personas que son esclavas del sexo, de las ambiciones y del miedo. La superstición nos causa miedo; la superstición puede ser considerada como cuando uno se zambulle en lo que no vemos. Los budistas no somos supersticiosos porque seguimos a Buddha que es un Iluminado.
No debemos temer nuestro pasado, pues las buenas acciones y los buenos votos del presente nos traerán un buen destino. Todo lo que hacemos deja un rastro bien profundo que se manifestará en la calidad del futuro. Si usted no realizó ninguna buena acción y ningún buen estudio no tendrá ningún mérito y de esta manera si debe temer la muerte. El miedo a la muerte está en nuestra imaginación y se origina de la ignorancia. La práctica del budismo nos lleva a entender que todo lo que hagamos es parte de la práctica y tenemos que tratar la muerte como un medio para nuestro despertar. Así debemos contemplar la sensación del dolor y saber que son los cuatro elementos que se están separando.
Si hemos realizado buenas acciones durante la vida tendremos una sonrisa cuando dejemos este mundo.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)